Los anuncios a nivel nacional de aumento a las tarifas de energía eléctrica y ajustes en los costos de los combustibles se traducen en niveles más altos de ansiedad en las personas, no obstante el número de consultas ante el Instituto de Salud Mental en el estado (Ismed) se mantiene estable, informó el director del Centro, Alan Flores Murguía.

Explicó que después de los tratamientos por depresión, los trastornos de ansiedad son los más atendidos por personal del Instituto, un padecimiento que se atribuye a varios factores, entre ellos “el hecho de que una persona empiece a gastar más de lo que gana, el hecho de que emplee su tiempo libre en situaciones que no le permiten una recuperación física y mental y que se deje saturar por situaciones estresantes”.

En el caso de los incrementos a productos o servicios dijo se convierta también en la causa de un incremento en los niveles de ansiedad se debe a que los egresos aumentan de manera inesperada pero los ingresos se mantienen estables y esto obliga a tomar decisiones que rompen el equilibrio mental de la persona.

“Va a limitarme el comprar otras cosas también de primera necesidad que ya tenía contempladas por utilizar el transporte y en el momento en el que trato de disminuir el consumo de otros artículos voy a jalar ese ingreso de otro lado y eso empieza a estresar a la gente”.

El riesgo en el caso de los padecimientos de tipo mental, es que las personas que casi siempre ignoran las señales de alerta en el tema de salud no los consideran una prioridad como sería un problema físico como un dolor de cabeza o un problema cardiaco.

“En la mayoría de los casos la salud queda al final y la salud mental queda más al final, estamos en una cultura que considera importante atender su salud cuando ya es grave, pero física, una persona que empieza con un dolor de cabeza intenso no espera días para ver si se le calma o para tomar un analgésico”.

La ansiedad, aunque provoca problemas físicos y sociales ya que afecta las relaciones con el resto de las personas no se atiende hasta que los problemas alcanzan niveles como un divorcio, o problemas familiares como violencia intrafamiliar e incluso adicciones.