Durango no tiene cultura para franquicias
El Presidente en Durango de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Alejandro de la Peña López explicó que en el estado son pocos los negocios que han logrado convertirse en franquicia debido a que son muchos los requisitos para completar el proceso. Además, el empresario local apuntó que no todos […]
El Presidente en Durango de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Alejandro de la Peña López explicó que en el estado son pocos los negocios que han logrado convertirse en franquicia debido a que son muchos los requisitos para completar el proceso.
Además, el empresario local apuntó que no todos los modelos de restaurante que hay en Durango son ideales para convertirse en una franquicia y por ello el primer análisis que debe hacerse se basa en la viabilidad de un proyecto.
“Si hay gente de franquicias, taquerías aquí en Durango ya están franquiciadas (Sic), tenemos unos raspados, tenemos algunos productos que son de ates y mermeladas que también ya están franquiciados”, añadió.
De la Peña precisó que el hecho de convertir un modelo de restaurante local en una franquicia no garantiza que haya ganancias ni para el promotor de la idea ni para quien realiza la compra del negocio y es por esto que debe haber de inicio un estudio a conciencia sobre las ventajas y retos que enfrentará el empresario.
En el caso de la introducción de franquicias a Durango, el presidente de Canirac apuntó que existe poca cultura entre los empresarios para adquirir este modelo de negocio, algo que atribuyó al costo que implica iniciar operaciones.
“Creemos que es un modelo muy difícil, un proceso muy difícil de realizar pro al final del día es cuestión de organizarte con la persona que viene, él te da las bases, él te da la técnica y con esos sales pero si tiene un costo alto”, recalcó.
Sobre todo porque una franquicia funciona sin la necesidad de que el dueño del establecimiento esté el 100 por ciento del tiempo en el lugar y el Durango la mayoría de los empresarios conservan la idea de que la única forma de hacer que las cosas funciones es si el jefe lo supervisa.
Las franquicias que ya operan en Durango algunas son propiedad de duranguenses, pero el problema es que el capital que generan se va a los lugares de origen y eso no genera un movimiento de circulante para el estado, lo que podría interpretarse como un punto en contra.
A favor está el hecho de que siempre un nuevo negocio obliga a quienes ya estaban realizando operaciones a mejorar sus procesos de producción de alimentos, de higiene, de contratación de personal pero sobre todo de atención al cliente, lo que finalmente se convierte en un beneficio.