Vigilan sectores considerados de riesgo en Lerdo por abras

Lerdo, Dgo.- Constante monitoreo mantiene la Dirección de Protección Civil de Lerdo en las colonias, César G. Meraz y Emiliano Zapata, donde en los últimos años, debido a la crecida de corriente en el río Nazas, provocaron abras al interior de algunas viviendas, e incluso se perdió la vida de una señora que cayó en […]

24/08/2016

Lerdo, Dgo.- Constante monitoreo mantiene la Dirección de Protección Civil de Lerdo en las colonias, César G. Meraz y Emiliano Zapata, donde en los últimos años, debido a la crecida de corriente en el río Nazas, provocaron abras al interior de algunas viviendas, e incluso se perdió la vida de una señora que cayó en uno de los socavones que se abrieron en su casa, en 1991.

NOTA 3        agua rodada empieza a llegar a la mancha urbana de Lerdo

El titular de la dependencia municipal, Vicente García Ramírez, precisó que el agua de la presa Francisco Zarco, llegó a la represa San Fernando a las 05:30 horas de ayer y a partir de ahí, se dedicaron de lleno a monitorear el trayecto al río.

Al mismo tiempo, la dependencia mediante perifoneo advierte a los habitantes de las colonias Roberto Fierro, Francisco Sarabia, Lázaro Cárdenas, Armando del Castillo Franco, Génaro Vázquez, César G. Meraz, Emiliano Zapata y La Victoria, sobre el riesgo que implica la avenida al lecho seco del Nazas.

Precisó que esos sectores poblacionales están marcados en el atlas de riesgo que se elaboró, tras la avenida del 2010 por parte del Sistema Geológico Mexicano, ello luego de las abras que se generaron en la Emiliano Zapata, Villa de las Flores, y en la César G. Meraz.

Por ello, Vicente García pide a la ciudadanía que en cuanto detecte un hundimiento o abra por mínimo que sea lo reporten inmediatamente a la dependencia para poder apoyarlos, pues consideró imposible evacuar a la gente, en principio por su negativa a dejar sus hogares y luego porque no hay capacidad para desalojar a las más de 14 mil personas que reside en dichas colonias.

Señaló que los profundos pozos que las cribas hacen cerca del río, les ocasionan graves problemas, sobre todo al llegar el agua rodada porque se trasmina por esos pozos al subsuelo, provocando hundimiento, abras o socavones.


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