El regidor y activista por los Derechos Sexuales en el estado, Ezequiel García Torres hizo un llamado a la sociedad duranguense para que no asista el próximo cinco de septiembre a la marcha convocada por el Consejo Mexicano de la Familia (Confamilia), por tratarse dijo de una expresión de odio hacia la comunidad gay.

“Muchas familias de Durango, en muchas familias católicas también hay muchas personas gays y es muy lamentable que se esté alentando a este tipo de acciones que lo único que generan es odio dentro de las familias, pedimos a los ciudadanos que no asistan a esta marcha”, señaló.

Añadió que la única exigencia de la comunidad gay en el país es que haya igualdad de condiciones en lo que a derechos se refiere “no pedimos un matrimonio eclesiástico, cada quien puede propagar su fe en su casa y en su templo como mejor le plazca, peo en cuestión de derechos y en cuestión de igualdad la Constitución es muy clara”.

Esto es igualdad para los ciudadanos, lo que significa también la posibilidad de un matrimonio igualitario para las parejas que decidan formar un vínculo.

El activista añadió que las organizaciones en el estado que abogan por los derechos sexuales y la igualdad iniciarán con campañas de concientización para la sociedad en general a través de actividades artísticas, cívicas y culturales.

“Hasta en las mejores familias de este país hay personas homosexuales, que lamentable que se estén generando este tipo de acciones en contra de la comunidad LGBT”, agregó.

Sobre la iniciativa que se quedó en la congeladora del Congreso del Estado, Ezequiel García lamentó que los diputados locales que terminarán su encargo el próximo miércoles hayan decidido dejar pasar el tiempo sin entrarle al tema.

“Acatamos lo que ellos propusieron y quedó en blanco, quedó en espera, esperemos la siguiente legislatura si lo haga y tenga apertura a un tema que es muy simple, son cuestiones de Derechos Humanos y Civiles, no podemos estar sometidos”.

Aunque haya quienes afirmen que las uniones entre personas del mismo sexo no son prioridad, el activista espera que haya espacio para la discusión y “que dejen de estar legislando con la biblia en la mano”, señaló.