La postura de la Iglesia Católica frente a los abortos, siempre será en contra. El arzobispo, Faustino Armendáriz, declaró al respecto que el “aborto es un asesinato, y quien lo hace, pide a un sicario matar a su hijo”.

Y agregó que si bien la madre tiene derecho sobre su cuerpo, no es así con el de la criatura, y menos cuando se trata de un ser vulnerable.

“Que alguien se atreva a atentar contra el vida de un ser humano, un bebé que aún no  nace, es como si se atentara contra la vida de alguno de sus hijos. Es la misma situación, no hay ningún fundamento que se ponga sobre la mesa para justificar un asesinato de esta naturaleza”.

Reiteró entonces que la despenalización del aborto es un fallo lamentable de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues siempre la Iglesia estará a favor de la vida.

“…así nos lo enseña el evangelio, y nos lo enseña el Papa, sobre todo con la conciencia que más que un problema religioso, es un problema humano, no se puede asesinar a una persona vulnerable y menos a un niño”.