El historiador Javier Guerrero Romero cuestionó la decisión del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC) de solicitar al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) el retiro de tres murales de la autoría de Ramón Alva de la Canal, debido a que se niega a pagar el seguro.

Explicó que hace un año, se firmó un comodato de dichos murales por 99 años, sin embargo cada trienio las administraciones municipales deben refrendarlo, el único requisito que pide en INBA es que al tratarse de un bien de la nación, el Ayuntamiento que recibe las obras pague una póliza de seguro anual de 380 dólares que cubra los costos en caso de daño y permita la visita anual de un técnico para revisar el estado.

Sin embargo, al inicio de la administración de José Ramón Enríquez Herrera, el IMAC envío un documento al INBA solicitando que retire las obras “porque estaban en imposibilidad de cubrir estos compromisos por cuestiones financieras”.

El costo del traslado corre a cuenta del Ayuntamiento que alberga las obras, lo que significará una erogación de al menos 100 mil pesos, algo que para el historiador resulta una contradicción si el argumento para no mantenerlos era la falta de capital.

“Debidamente aprovechado es un atractivo turístico para la ciudad, la ciudad uno de sus atractivos es la cultura y que mejor que sea depositaria de grandes obras murales, de grandes maestros de las artes plásticas como en el caso del maestro Alva de la Canal”, además de que la decisión afectará la solicitud de futuras obras para exhibir en el municipio.

Claudio Herrera Noriega, director del IMAC argumentó que la solicitud para retirar los murales tiene que ver con la falta de un espacio en el que la conservación de estas obras se garantice, algo que no sucede en el Museo de la ciudad “no es el mejor espacio ni para apreciarlos porque a esa altura tampoco se pueden apreciar y a la larga con los cambios climáticos de temperatura y contaminación se van a dañar”.

Rechazó que la solicitud para retirarlos tenga que ver con el pago de seguros, se trata enfatizó de proteger las obras por lo que no se descarta que antes de solicitar el regreso a la Ciudad de México se adecúe otro espacio en el que además de facilitar la apreciación haya condiciones de conservación.