El fiscal general del estado, Ramón Gerardo Guzmán Benavente aseguró que se deben revisar los criterios bajo los cuales se aplican los exámenes de control y confianza a los integrantes de las fuerzas de seguridad en México.

Esto, debido a que hay algunos, como el polígrafo que no garantizan certeza para los evaluadores, toda vez que si el sujeto a evaluar presenta un cuadro de depresión no puede establecerse si sus respuestas están apegadas a la realidad o no.

Además de que es una verdad ineludible el hecho de que desde la implementación de estos mecanismos, el número de aspirantes que recibe, en este caso la Fiscalía General del Estado (FGE), se ha reducido considerablemente, lo que acarrea problemas para cubrir los espacios en las corporaciones de seguridad, incluyendo ministerios públicos y peritos.

“Necesitan revisar con qué criterios se está haciendo la evaluación y el control de confianza respecto a los elementos que integran las fiscalías para que con criterios objetivos, reales y concretos se analice verdaderamente quién puede servir y quien no”.

La petición al poder Legislativo, quien es el responsable de aprobar o modificar leyes a este respecto, es a que tome en consideración la opinión de los titulares de las fiscalías a lo largo y ancho del país, ya que estos son el primer filtro en la problemática que implica la falta de confianza en los elementos.

El fiscal rechazó que los elementos que son evaluados y que resultan no aptos para el ejercicio público en instituciones de seguridad desconozcan los criterios por los que no se les permite realizar este servicio, pero reiteró, deben ser los legisladores quienes conozcan d ela problemática para ayudar a resolverla.

Actualmente en la Fiscalía, al menos 30 por ciento de los integrantes de las fuerzas de seguridad están reprobados, una cifra que afirmó no ser alta para el estado.