Empresarios mantienen gastos en seguridad
La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Diana Ocón Alvarado reconoció que a pesar de que en Durango se ha trabajado para disminuir la incidencia delictiva, el sector empresarial gasta al menos el tres por ciento de sus ingresos en la implementación de medidas de seguridad. En Durango, los dueños de empresas, sobre todo de […]
La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Diana Ocón Alvarado reconoció que a pesar de que en Durango se ha trabajado para disminuir la incidencia delictiva, el sector empresarial gasta al menos el tres por ciento de sus ingresos en la implementación de medidas de seguridad.
En Durango, los dueños de empresas, sobre todo de los pequeños negocios que se ubican en el Centro Histórico son un sector vulnerable, sobre todo en lo que toca al delito de robo, el cual en muchos de los casos se comete con arma de fuego.
“Últimamente algunos de los empresarios han sido víctimas de alguno u otro atentado incluso a mano armada al interior de sus casas o de sus negocios o en una tercera persona en donde alguno de sus colaboradores ha sido amagado, eso no es algo que queramos que continúe en Durango”.
Criticó que los niveles de impunidad en Durango son uno de los temas en los que no se ven avances sustanciales, ya que no son pocos los casos en los que se presenta la denuncia, se detiene al agresor pero luego de unos días éste regresa a las calles.
Pese a que Durango no está en la situación de otras regiones, en las que empresarios han tenido que abandonar sus negocios para huir con su familia a causa de la ausencia de condiciones de seguridad, los problemas que hay deben atenderse por parte de las autoridades.
Las empresas que pueden permitírselo han optado por pagar ellos mismos por la tranquilidad que ofrece un guardia de seguridad en la puerta del negocio o la colocación de cámaras que permitan monitorear lo que sucede al interior de la empresa, pero esto se lleva del tres al cinco por ciento de las ganancias.
Además de que los pequeños negocios no pueden hacer estas inversiones, lo que los convierte en presas fáciles para ladrones a mano armada o de aquellos que se dedican a la sustracción de mercancía de forma discreta, conocido como robo hormiga.
