La empresa Altos Hornos de México (AHMSA), dio a conocer que debido a repetitivos problemas laborales generados por el sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, decidió cerrar totalmente la mina Cerro de Mercado, ubicada en esta capital.

La unidad adscrita a la subsidiaria Minera del Norte, en la que laboraban 500 obreros y empleados, producía mineral de fierro que una vez procesado para su concentración era transportado por ferrocarril a Monclova, donde complementaba el abasto requerido por los altos hornos de AHMSA para generar acero.

Continuos conflictos causados por dirigentes afines a Gómez Urrutia, que bloquearon incluso los intentos de la empresa para modernizar la operación, generaron en la unidad un clima laboral altamente negativo, con rompimiento constante de la disciplina, boicoteo, daños a los equipos y otras conductas inadmisibles.

Esta situación dió como resultado altos costos operativos y la progresiva disminución de producción y productividad, lo que terminó por hacer incosteable e inviable la operación, por tal motivo, el complejo empresarial decidió cerrar totalmente la unidad y proceder a la liquidación de todo el personal en los términos marcados por la Ley Federal del Trabajo.

Cerro de Mercado aportaba menos de 20 mil toneladas mensuales de concentrado de fierro, lo que representa también menos del 10 por ciento de los requerimientos de mineral para Altos Hornos de México. Ese volumen será suplido por yacimientos más eficientes que la empresa opera en otros puntos del país.

La mina inició sus operaciones a inicios del Siglo XIX y abastecía la fundición de “La Ferrería”, en los alrededores de Durango, y posteriormente en el Siglo XX sirvió a Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey hasta el cierre de esta siderúgica en 1986.

Fue adquirida por Grupo Acerero del Norte en 1991 junto con Altos Hornos de México, y tras un período de rehabilitación y acondicionamiento, reinició producción a partir de 1995, cuando se realizó la primera “voladura” de mineral.