Cada año la Delegación de la Procuraduría Agraria (PA) apoya y asesora en la elaboración, seguimiento y realización de alrededor de mil convenios y contratos entre ejidos y empresas mineras para la ocupación temporal y aprovechamiento de recursos minerales, pero también se mantiene vigilante de que se cumplan en beneficio de todos.

El delegado de la dependencia federal, Pedro Silerio García, manifestó que se mantienen pendientes de asesorar a quien así lo desee, ya sea entre alguna entidad o persona física o moral, por parte del ejido, con empresas mineras, para los aprovechamientos de minerales, sobre todo los metálicos, donde se han firmado varios contratos.

De esta manera si los contratos están referidos a aprovechamientos de carácter superficial, hay que tomar en cuenta que cuando haya una afectación de los bienes distintos a la tierra se debe hacer pago al ejido, conforme a lo que marca de Ley Agraria y Ley Minera, así lo destacó el delegado.

En ese sentido, recalcó, que la PA respaldará a los ejidos para que se haga el pago de estos bienes distintos a la tierra, como lo marca la ley, ante la inquietud de algunos proyectos mineros sobre estos temas.

Este pago será en función de una valoración económica que se haga, como lo marca la ley conforme al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), si en un momento determinado existe una controversia, como ya lo ha habido en algunos núcleos agrarios, se debe privilegiar la conciliación para que no se vea afectado el contrato de ocupación temporal y que las dos partes se vean beneficiadas.

Con ello se pretende garantizar la legalidad y del cumplimiento de estos contratos de ocupación temporal, en especial conforme a lo acordado con los ejidos como algunas obras como contraprestaciones, apoyos alimentarios, inclusive de obras que se hacen en la parte urbana de los pueblos, puentes vehiculares, pozos de abrevadero, entre otros.

Finalmente, Silerio García manifestó que se debe establecer siempre una relación de “ganar-ganar” entre ambas partes y, lo fundamental, es que haya el mejor de los entendimientos.