Columna de columnas nacional (24 jul 17)

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 24 de julio de 2017. Las pequeñas cosas: se requieren soluciones para mejorar la vida cotidiana de las personas, es tan importante o más, que todas las reformas de gran calado juntas… El Cártel de Tláhuac: ¿acciones coordinadas o […]

24/07/2017

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 24 de julio de 2017. Las pequeñas cosas: se requieren soluciones para mejorar la vida cotidiana de las personas, es tan importante o más, que todas las reformas de gran calado juntas… El Cártel de Tláhuac: ¿acciones coordinadas o golpes de ciego? PGR-Javidú: se festeja con ínfulas victoriosas someter a juicio al ex gobernador de Veracruz, como si este hecho fuera suficiente por sí mismo…

Rayuela

Llegó un zurdito jamaiquino apellidado Lawrence y apeó de la Copa Oro a un esperpento llamado Tri. Suma y sigue.

La Jornada

Las pequeñas cosas

Luis Rubio, en Reforma, escribió sobre los grandes elefantes blancos que persiguen los políticos para poner una placa e inaugurar grandes obras, cuando muchas ocasiones lo que se requiere es resolver las pequeñas cosas que resuelvan problemas sociales básicos: “La primera vacación que recuerdo fue al recién inaugurado Oaxtepec del IMSS, un paraíso morelense que acababa de ser inaugurado por el presidente saliente. Había un bloque de cuartos donde nos quedamos y prácticamente todo el resto estaba en construcción o semi-abandonado. Eso sí, en la entrada había una enorme placa conmemorando la inauguración que, seguramente, había consistido en uno de los muchos actos faraónicos que son la fijación de nuestra clase política: lo importante no es el resultado sino la intención. Esa enfermedad se puede apreciar en todo lo que nos rodea, por ejemplo, la preferencia por “grandes” reformas en lugar de soluciones a problemas pequeños que, muchas veces, son más importantes y trascendentes, aunque haya menos aplausos falsos. Desde luego, las reformas de gran calado, esas con gran potencial transformador de actividades, sectores y vidas, son necesarias porque crean nuevas condiciones para el funcionamiento de la economía, el desarrollo de la sociedad o la adopción de formas innovadoras de resolver problemas. Un país con estructuras e instituciones tan antiguas (y nunca diseñadas para ser adaptables o para la trasformación sino para el control y la expoliación) evidentemente requiere muchas reformas de la más diversa índole. Sin embargo, aunque algunas de las reformas de las últimas décadas han arrojado grandes beneficios, muchas se han atorado porque las prisas -y la compra de votos en el legislativo- no suelen conducir a una mayor capacidad de implementación de las mismas. Sobre todo, por la forma de avanzarlas, éstas tienden a alienar más que a sumar a la población. Quizá la mayor de las ausencias en los procesos de reforma ha sido la falta de acuerdo social respecto a la bondad o, incluso, necesidad de las mismas. Las reformas evidentemente son necesarias, pero lo que importa no es que se inaugure la placa conmemorativa (en sentido figurado) de la reforma, sino que ésta entre en operación y beneficie a la ciudadanía. Hay países, como India, en que el proceso de negociación es arduo y complejo porque involucra a todo tipo de partidos, grupos e intereses pero, una vez que se acuerda, los obstáculos han sido removidos. En sentido contrario, en China las reformas se han implementado desde el poder. Lo interesante es que, más allá del método… (…) ¿Cuánto tiempo llevamos discutiendo la inseguridad pública sin haber definido la naturaleza del problema? En lugar de reconocer la seriedad del problema e identificar sus causas, los políticos se desviven por soluciones -como el mando único- que no reconocen causas tan sencillas, por ejemplo, como la enorme corrupción de las policías estatales. Es decir, en lugar de comprender el extraordinario y disruptivo impacto de la inseguridad sobre las familias y las vidas cotidianas de la población y la urgencia de atender el fenómeno, los “gobernantes” buscan controlar a los presidentes municipales y a la población en general. El punto de fondo es que se requieren soluciones para mejorar la vida cotidiana y eso es tan importante, y muchas veces más, que todas las reformas de gran calado juntas.”

Reforma

El Cártel de Tláhuac

Raymundo Rivapalacio, en Eje Central, escribe sobre la actuación de la Marina en Tláhuac: “Como todas las operaciones que involucran a los comandos especiales de la Marina, la que realizaron el jueves pasado en las calles de la Delegación Tláhuac, en la Ciudad de México, fue quirúrgica. Se inició cerca del mediodía, cuando unidades de la Marina con el apoyo táctico de los grupos especiales de la policía capitalina, llegaron a la Delegación para catear un domicilio donde la información de inteligencia ubicaba a Felipe de Jesús Pérez Luna, apodado “El Ojos”, líder de una banda crecientemente poderosa dedicada al narcomenudeo. La investigación federal sobre este grupo llevaba siete meses, pero la decisión de acabar con ella se tomó hace unos dos meses, después de una plática entre el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y el secretario de la Marina, almirante Vidal Soberón. (…) Los halcones, principalmente mototaxistas, intentaron de manera apresurada bloquear calles para permitirles el escape. Sin experiencia, como se aprecia en las fotografías, no pudieron bloquear ninguna vía. (…) Los abatieron sin miramientos. Así es la Marina; no toma prisioneros. La prensa rápidamente dio cuenta del operativo contra el que llamó Cártel de Tláhuac, tomando como referencia la calificación que utilizó El Universal para describir al grupo que controlaba el narcomenudeo en Ciudad Universitaria. La tipificación es errónea, sin embargo, y crea confusión sobre la escala del grupo. Un cártel de las drogas controla territorio; la banda de Pérez Luna no tenía ninguno bajo su dominio. Un cártel maneja la logística, organiza la producción, distribución y comercialización de sus drogas, mediante esquemas empresariales que involucran a bandas, a las cuales suministran el producto, armas, les llegan incluso a asignar zonas de venta en calles y ciudades (como hacen Los Zetas) y les cobran por todo; el grupo de Tláhuac compraba el producto del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva y de la facción del Cártel del Pacífico que encabeza el llamado “Mini Lic”, Dámaso López. En los medios, algunos analistas mencionaron que el que la autoridad rechazara que era un “cártel”, minimizaba el impacto del grupo criminal. Establecer la analogía por el sólo hecho de que venden droga, tienen personal armado y realizan actividades criminales, dicen los expertos, es una generalización equívoca. Paradójicamente, la violencia que generan los cárteles de las drogas es menor cuantitativamente que la que provocan las bandas de narcomenudistas. (…) Ese grupo criminal manejaba el narcomenudeo en Tláhuac y una zona de Chalco, pero este año se extendió a otras delegaciones cercanas, como Ixtapalapa, Tlalpan y Coyoacán, y comenzaba a incursionar en Álvaro Obregón, y en el estado de México y Puebla. (…) La capacidad de fuego de la policía capitalina, frente al armamento que estaba adquiriendo el grupo de Pérez Luna, obligó la intervención federal, que es lo que se acordó hace un par de meses y se ejecutó el jueves. El problema y la violencia no cesará. Marinos y policías capitalinos están tras los lugartenientes de Pérez Luna para tratar de eliminar al grupo del escenario delictivo y buscar ser más rápidos en la aniquilación de sus cuadros, versus que esta banda recicle y restituya a sus jefes. La lucha no ha acabado; tampoco la violencia. De eso hay que estar conscientes”.

Eje Central

Golpe temerario

Eduardo Guerrero Gutiérrez, Director General de Lantia Consultores, escribe en El Financiero, sobre las prioridades que deben seguirse en el tema de Tláhuac, y no precisamente se refiere en concentrarse en si se trata de un cártel o no: “Desafortunadamente, hasta ahora la atención de la opinión pública se ha centrado en un debate estéril: si la organización de El Ojos efectivamente es un cártel (no lo es, a pesar de su nombre, se trata de una organización de carácter local, que se enfoca en la distribución de droga y el narcomenudeo). Sin embargo, la preocupación de fondo debería ser si desarticular la cúpula de dicha organización es una prioridad y podría contribuir a recuperar la seguridad en la capital. Por una parte, fue acertada la decisión de golpear al Cártel de Tláhuac. Dicha organización ha sido en los últimos meses una de las principales generadoras de violencia en la Ciudad de México. Desde el asesinato de su hermano Víctor Manuel en 2014, El Ojos se fue aficionando a la violencia desmedida. (…) Durante los últimos nueve meses, el Cártel de Tláhuac probablemente estuvo vinculado con 81 ejecuciones en siete delegaciones, además de medio centenar de agresiones y balaceras. Esta violencia fue resultado de la estrategia de expansión de El Ojos, y de la confrontación que dicha expansión ha generado con otros grupos criminales, como la célula encabezada por Gastón Montealegre, El Gastón. El Cártel de Tláhuac también posee una flota de alrededor de 200 motocicletas, que utiliza para operar una amplia red de narcomenudeo que abarca el sur y el oriente del Valle de México, incluido el campus de Ciudad Universitaria (donde hay indicios de que elementos de Auxilio UNAM han sido reclutados como halcones). El Cártel de Tláhuac también logró desarrollar una relación de complicidad con otros actores. Junto con los motociclistas que trabajan para la organización, el cártel cuenta con el apoyo de bicitaxistas, quienes también forman parte de su red de vigilancia y narcomenudeo. Por todas las razones antes mencionadas era importante que se tomaran medidas contundentes en contra de El Ojos. Sin embargo, los eventos de Tláhuac generan interrogantes importantes en torno a la estrategia que las autoridades están siguiendo, en particular por parte de la Secretaría de Marina. El abatimiento de El Ojos fue un golpe temerario, y los eventos del jueves fueron inéditos en la capital (en el pasado se habían registrado incidentes de alto perfil mediático, como homicidios y levantones en bares, pero no acciones coordinadas por un grupo criminal, al menos no de un calado tan grande, en la vía pública). (…) En el actual contexto, la prioridad para el gobierno capitalino debería ser mandar un mensaje claro de que acciones como las registradas en Tláhuac no serán toleradas. En las primeras horas después de los hechos hubo algunas señales positivas (de las personas que participaron en los bloqueos, 16 fueron detenidas). Sin embargo, hace falta mucho más que esto. Cuando hace algunos años los narcobloqueos o las balaceras comenzaron a ser frecuentes en varias ciudades del norte del país, las autoridades no respondieron con contundencia. El costo de esta omisión en lugares como Ciudad Juárez, Tijuana o Monterrey fue enorme.

El Financiero

PGR-Javidú: júbilo envenenado

Julio Hernández López escribe en La Jornada sobre a cortina de humo que han generado en el caso Duarte la PGR y el gobierno: “En otras circunstancias, parecería absurdo que el gobierno federal celebre, como una especie de triunfo de último minuto, la sujeción a proceso judicial de Javier N, alias Javier Duarte de Ochoa, el personaje que simboliza los excesos delictivos de los políticos mexicanos. Es, desde luego, un júbilo oficial envenenado, tramposo. Se festeja con ínfulas victoriosas someter a juicio al ex gobernador de Veracruz, como si este hecho fuera suficiente por sí mismo, cuando, en términos reales, se regaló a la acuciosa defensa de Duarte de Ochoa toda una plantación de errores, imprecisiones y torpezas que podrán ser cosechadas con sentido exculpatorio más adelante, pasadas las elecciones presidenciales, acaso ya en el tramo final de la cómplice administración peñista. El juego de las apariencias justicieras entró a partir de este sábado reciente en una etapa de latencia: el actoral personaje conocido como Javidú queda a resguardo en una cárcel de jurisdicción capitalina (a pesar de que el gobierno de Miguel Ángel Mancera ha advertido que no tiene las condiciones adecuadas para cuidar de un interno de las características del veracruzano), en espera de que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) encuentren, en el plazo de seis meses, más datos que refuercen las acusaciones hasta ahora enderezadas contra el rotundo amigo del inquilinaje actual de Los Pinos. Cuando se retome el caso Javidú, en enero del año próximo, ya estará centrada la atención pública en los detalles de la contienda global que desde ahora se prevé fragorosa (Presidencia de la República, algunas gubernaturas, Congreso federal en sus dos cámaras y, en determinados casos, legislaturas estatales y presidencias municipales). Los escándalos y las tormentas que se produzcan en este semestre habrán de atenuar la indignación y la observación que hoy rodean el caso del más escandaloso (pero no el peor) de los agresores del interés público. Y es probable que, para entonces, poco se repare en el daño al proceso judicial que se ha infligido desde ahora, con la primera diligencia judicial cargada de errores cometidos por la parte gubernamental y la segunda, la de este sábado, cargada de enmiendas tan cacareadas como insuficientes, que han dejado empotradas en el armario manipulable del poder judicial las claves para posteriores exculpaciones, a título de violaciones al debido proceso, imprecisiones de origen, acusaciones fofas y comprobaciones programadamente desbaratadas”.

La Jornada

Más operativos de la Marina en el norte del país

En Milenio, la columna Trascendió, escribe que la Marina ya avisó que volverá a actuar en entidades del norte del país: “Que ante el incremento de la delincuencia que se había logrado reducir en estados del norte del país, se supo que elementos de la Secretaría de Marina volverán a entidades como Chihuahua y Nuevo León para enfrentar al crimen organizado. Sin embargo, en esta ocasión, dijeron funcionarios, los gobernadores tendrán que estar a la altura del apoyo federal porque ya quedaron advertidos de que no se les seguirá haciendo su trabajo”.

Milenio

Suspicacias en el PRI: Cambio de fecha de las mesas temáticas de la Asamblea Nacional

En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “como si las aguas no estuvieran lo suficientemente agitadas, en el Partido Revolucionario Institucional hicieron más olas con el cambio de fecha de las mesas temáticas de la Asamblea Nacional que estaban programadas para el 4 de agosto. En los pasillos del tricolor dicen que el problema no es político sino de logística pues la Secretaria General del partido, Claudia Ruiz Massieu, quien lleva la Comisión Nacional de Dictamen, se fue de vacaciones. Ese grupo de trabajo debe analizar las propuestas que salieron de las reuniones en los diferentes estados del país y llevarlas a las mesas, pero dicen que se les vino el tiempo encima por la ausencia de su dirigente y que eso fue lo que obligó al cambio de fechas. Lo cierto es que algunos malpensados no están muy convencidos con esa versión y se preguntan si no hay algo más de fondo. Ya se verá”.

Reforma

Numeraria 2018

En Frentes Políticos de Excélsior, respecto de la contienda electoral del 2018, escribe lo siguiente: “Cada semana se suman nombres a la lista de posibles habitantes de Los Pinos para el año 2018. El senador Pablo Escudero informó que el Partido Verde Ecologista de México tiene la obligación de explorar y estudiar todas las posibilidades que se le presenten para los comicios, incluida la de un candidato propio en su instituto político. Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas, personaje fundamental de la izquierda en México, desliza frases como ésta: “Urge poner el poder en manos de alguien con patriotismo”. Todos a bordo o no salen en la foto”.

Excélsior

Presidente Trump: ¡Lo que sea su voluntad!

En Reforma, Templo Mayor se escribe hoy respecto a los objetivos poco conocidos que planteará México en la renegociación del TLC: “Conforme se acerca agosto, la gran pregunta que se hacen empresarios y académicos es: ¿cuáles son los objetivos de México en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? Dicen que resulta preocupante el silencio oficial en este asunto. No vaya a ser, advierten, que Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo quieran aplicar la estrategia conocida como LQSSV, o lo que es lo mismo… ¡Lo que sea su voluntad!

Reforma

Una ventana que se va a cerrar

Enrique Quintana en El Financiero escribe sobre el periodo de incertidumbre que viene en materia económica por la renegociación del TLC, pero también por la cuestión política: “A pesar de que el viernes pasado, el tipo de cambio del peso frente al dólar tuvo un incremento y cerró la semana en 17.65 pesos, la ganancia de 8 por ciento que tuvo nuestra moneda del 8 de mayo al viernes pasado, expresa la ventana de buenos resultados que abrió para la economía mexicana. Esa circunstancia de relativo optimismo y estabilidad, sin embargo, probablemente se cierre en los últimos meses del año. Los dos factores más importantes que van a influir en el posible retorno de la inestabilidad serán las negociaciones del TLCAN y el proceso político interno. En una negociación como la que empezará en poco más de tres semanas, es natural que existan momentos de tensión, no sólo por las diferencias reales que hay en las posiciones de México, Estados Unidos y Canadá, sino que la propia estrategia de los negociadores se orientará a crear momentos críticos para poder obtener ventajas. No dude usted que más de una vez, las pláticas lleguen a un punto cercano al rompimiento o las filtraciones de las diversas partes, generen un clima de preocupación en México. Este proceso va a generar movimientos en el tipo de cambio por la reaparición de la incertidumbre. Quizás sea en el último trimestre del año cuando vuelva a generar tensión en este proceso, a partir de la segunda ronda de negociaciones. El otro factor que va a presentarse es el que deriva de la incertidumbre política. Es probable que las encuestas sigan señalando en la última fase de este año que el candidato que marcha en primer lugar en las preferencias es Andrés Manuel López Obrador. Y, hay evidencias amplias de que su candidatura genera nerviosismo por la pretensión de echar para atrás las reformas estructurales, así como proyectos como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Pero, la candidatura de AMLO no es el único hecho político que puede encarecer el dólar. La dinámica de la Asamblea del PRI a realizarse en tres semanas puede generar interrogantes respecto a la solidez del partido en el gobierno. Igualmente, el paso de las semanas sin concretarse un posible frente opositor o la persistencia de divisiones internas en el PAN, todo ello puede producir situaciones que pongan nerviosos a los mercados. Y, la incertidumbre influye negativamente en la inversión y ésta en la actividad económica”.

El Financiero

Entre la fe y la fortuna

Jesús Silva-Herzog Márquez, escribe en Reforma sobre los recientes dichos del Presidente y del secretario de Gobernación: “El Presidente y su secretario de Gobernación han tenido una extraña coincidencia recientemente. Ambos invocaron lo sobrehumano para defender su política. Dejaron a un lado el vocabulario democrático y los argumentos de racionalidad para apelar a las divinidades. Me parece curioso, aunque dudo francamente que tenga importancia. Sabemos bien que no suele haber mucha miga en sus dichos. Ninguno de estos dos priistas se ha distinguido por su elocuencia. Aun así, vale detenerse en sus palabras. Mientras el secretario de Gobernación pidió tener fe en el trabajo de la Procuraduría, el Presidente encomendó a la diosa Fortuna el último tramo de su sexenio. Dos rezos por el bien de la República. Digo que tiene gracia y que, tal vez, puede sacarse algo de ahí, no que sea importante. Me queda claro que ninguno llama a misa ni a participar en un rito. En apariencia podría decirse que hay sintonía entre estas líneas: dos defensas de lo indemostrable, dos invocaciones a los poderes celestiales que nos apartan de los parámetros terrenales. Cada una refleja, sin embargo, una cosmovisión propia. Quien invoca la fe espera y confía sin exigir prueba alguna. El hombre de fe no necesita pruebas para confiar en la bondad infinita de Dios. Quien habla de la fortuna, por el contrario, reconoce lo que escapa del control humano. El azar nos obliga a la prudencia. La idea de la fortuna es un llamado a asumir la responsabilidad que le toca a cada quien en el juego de la historia. La primera es radicalmente incompatible con la dinámica democrática; la segunda indispensable para la salud política.(…) La fe, dijo San Agustín, es creer en lo que no ves. (…) A muchos ha fastidiado la alusión que hizo el presidente de la diosa Fortuna. A mí no. No me parece ofensivo el repentino paganismo presidencial. Me agrada, incluso, la indirecta referencia al más sabio de los pensadores políticos, Maquiavelo, quien habló en repetidas ocasiones de la importancia histórica de la diosa. No hay político, por poderoso, por cultivado que sea, que sujete todos los hilos del poder. Siempre hay imprevistos, siempre hay sorpresas. Soberbio es el político que descree de la intervención del azar en el mundo”.

Reforma

#VamosPorMás

En Reforma, el periodista Juan Pardinas, habla sobre la convocatoria #VamosPor Más, que logró reunir a varias instituciones a pesar de sus posibles diferencias ideológicas y escribe que: “nunca antes en la historia de la democracia mexicana se había dado una convocatoria tan amplia y plural. En el escenario de #VamosPorMás estaban representantes de organizaciones tan diversas como Artículo 19 y la Asociación de Bancos de México. Una ONG dedicada a defender la libertad de expresión y proteger periodistas amenazados, junto a la cámara que representa al sector bancario. GIRE, una organización que defiende los derechos reproductivos de las mujeres, de la mano de la Barra Mexicana de Abogados. El Consejo Mexicano de Negocios, activistas a favor de los derechos humanos y Causa en Común. A pesar de probables diferencias ideológicas y posiciones encontradas sobre muchos temas, #VamosPorMás se constituyó en un consenso básico para avanzar una agenda común. El actor Diego Luna leyó un comunicado que resumía el cemento que consolidó la convocatoria: ‘Corrupción, impunidad y violaciones graves de los Derechos Humanos son enfermedades que están minando la salud de la nación y que amenazan su desarrollo económico, político y social. Padecemos, todos, una profunda e indignante injusticia. […]’. #VamosPorMás es la voz de un México que se niega a normalizar las fosas comunes, los socavones y el nepotismo en el Poder Judicial. […]. La transición de la PGR a la Fiscalía General de la República es el tema más importante que tiene México en los meses y años por venir. El titular de la Fiscalía será la cabeza de una cuarta rama del Estado, con el mayor poder que puede tener una autoridad: la facultad de perseguir penalmente a sus conciudadanos. […]. ¿Cómo cambiarían los niveles de impunidad si ser ministerio público garantizara un ingreso suficiente para ser parte de la clase media y, además, el cargo otorgara el prestigio público y el respeto de sus conciudadanos? Desde noviembre de 2016, el Presidente Peña Nieto presentó una iniciativa de reforma constitucional que elimina el pase automático de Procurador General a Fiscal General de la República. El día de hoy esta aprobación fast track beneficiaría al procurador Raúl Cervantes. Si la reforma avanzara, no se cancelaría el derecho de Cervantes para postularse al cargo, pero sería el Senado la institución encargada de organizar el proceso de selección y designación del primer Fiscal General. […]. Además de frenar el pase automático se requiere replantear un diseño constitucional para la transición de la PGR a la Fiscalía General. Esta reforma no puede ser un simple cambio de fachada sino la formación de un servicio civil de carrera con profesionistas dedicados a perseguir el delito en México. El espíritu cívico que animó el movimiento de la Ley 3 de 3 tiene una nueva misión con el ánimo de fortalecer el derecho y las instituciones del país. Vamos por más”.

Reforma


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