En 2012 Durango se ubicaba ligeramente por debajo de la media, la siguiente Encuesta se hará hasta 2018

En la última edición de la Encuesta de Salud y Nutrición, publicada en 2012 Durango se ubicaba ligeramente por debajo de la media nacional en los índices de sobrepeso y obesidad infantil, sin embargo el problema ha seguido creciendo, reconoció María Elena Ramírez Ríos, nutrióloga que colabora en el componente de Nutrición de la Secretaría de Salud.

En el grupo de edad de menores de cinco años a nivel nacional la prevalencia es de 9.7 niños con sobrepeso por cada 100 mientras que en el estado son 9.2 menores de cada centenar.

En el siguiente rango de edad, que va de los cinco a los 11 años, la prevalencia de niños con sobrepeso es de 34.4 por ciento, de los cuales el 19.4 presenta sobrepeso y el 14.6 a obesidad a nivel nacional.

En Durango, en el mismo rango de edad la prevalencia es del 33.8 por ciento con el 18.5 de los menores que presentan sobrepeso y el 15.3 padecen obesidad.

De 12 a 19 años la prevalencia a nivel nacional es del 35.8 y en el estado de 34.4 por ciento, lo que coloca Durango por debajo de la media nacional en todos los rangos de edad.

“Sin embargo si es un problema grave porque se considera que es un problema de salud pública desde hace años porque está aumentando, es trabajar mucho con los papás y los niños porque las cifras van en aumento”, explicó.

Otro dato es que contrario a la creencia popular de que un niño con sobrepeso perderá peso una vez que aumente de talla si no hay cambios de hábitos la posibilidad de que se convierta en un adolescente con sobrepeso y posteriormente un adulto con problemas de peso se incrementa.

Los padres dijo, son directamente los responsables de los altos índices de obesidad y sobrepeso, debido a que los menores no elijen lo que comen y los hábitos se adquieren con el ejemplo en el seno familiar.

Añadió que mientras en las edades más tempranas, es decir de cinco a 11 años, el problema es mayor en niños, con 37.5 por ciento en el rango de adolescencia la tendencia se revierte en la adolescencia cuando las mujeres son las que presentan una mayor incidencia con un 36.4 por ciento.