Durante los últimos 30 años se ha privilegiado una estrategia de desarrollo económico donde prácticamente se busca la importación de alimentos, en lugar de producirlos aquí, así lo manifestó el dirigente nacional de la Unión General Obrero, Campesina y Popular (UGOCP), Luis Gómez Garay.

“Al importar nuestros alimentos, en la práctica exportamos también los empleos de nuestros productores a otros países, pues una tonelada de arroz que no se produce en México significa que un trabajador de otro país lo hizo y se le paga a él”, ejemplificó.

Gómez Garay declaró que el campesino local no cuenta con la infraestructura para darle un valor agregado a sus cosechas, lo que conlleva que se comercialicen en fresco, que es como menos se paga.

De otra forma, con las herramientas necesarias, se podría generar mayor volumen y con ello se tendrían mayores ingresos a las comunidades donde se generan.

Manifestó además que el campo mexicano tiene muchos retos por resolver, donde el desarrollo globalizador dejó muchos pendientes en todas las áreas.

En aras de abrir el mercado global, se sacrificó el interno, y prácticamente se le entregó el mercado de los productos de las comunidades rurales a las importaciones, “eso significa procesos fuertes de desempleo, de erosión social, de falta de oportunidades y perspectivas de desarrollo en jóvenes”, consideró.

Asimismo, detalló que se trata de una crisis cíclica en la mayoría de los sistemas de producción del país como: Maíz, ganado, leche, cerdo, lo que resulta ser la base fundamental de la alimentación de los mexicanos.