Gómez Palacio, Dgo.- Tras 24 años de militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rigoberto Flores Ochoa, anunció su salida del tricolor porque se confunde la lealtad y disciplina con el sometimiento, situación que no está dispuesto a tolerar.

El expresidente estatal de la Fundación Colosio sostuvo que el tricolor se encuentra en una crisis sin precedente ni esperanza, producto del hartazgo ciudadano, de los agraviantes niveles de corrupción y latrocinio y de la ruindad política.

Por ello decidió separarse del PRI, y ahora valora propuestas políticas serias que tiene de otros institutos políticos y que le permitirán servir a la comunidad y desarrollar su vocación de servicio público.

A pregunta expresa, evitó decir a qué partido político se sumará, pero aseguró que en los próximos días compartirá su decisión.

Dijo que se va, tranquilo y no por un cargo o puesto, a diferencia de los otros priistas que se han ido por “capricho”.

Prefiere retirarse del partido y no quedarse a trabajar desde adentro como lo hacen algunos en la actualidad, pero en contra del mismo PRI.

Los responsables de la crisis que vive el partido son el exgobernador, Jorge Herrera Caldera y su hermano Antonio Herrera, “pero dicen también que no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre, entonces no son los únicos responsables sino también de quienes los pusieron a ellos pasando por alto a la militancia del partido”, refirió.

Expresó que “sería sano que Luis Enrique Benitez Ojeda, dejara la dirigencia estatal del partido, no solo por el daño que le ha hecho, sino por el que seguro le seguirá haciendo”.

Finalmente sostuvo que hay desmantelamiento, incluso incentivado por la propia cúpula, disectores a nivel estatal y nacional, que les conviene que el PRI pierda para depurarlo y generar un grupo hegemónico que en los próximos años les permita ganar pero con una sola voz mandante.