Guarda Durango las tradiciones de Semana Santa

Aunque hace más de dos mil años, Jesucristo murió en la cruz y posteriormente resucitó, los duranguenses mantienen las tradiciones de la Semana Santa, cada año en menor medida. Sin embargo el recuerdo de Dios que se hizo hombre todavía permea en la mayoría de las familias y llevan a cabo durante estos días sus […]

29/03/2018

Aunque hace más de dos mil años, Jesucristo murió en la cruz y posteriormente resucitó, los duranguenses mantienen las tradiciones de la Semana Santa, cada año en menor medida.

Sin embargo el recuerdo de Dios que se hizo hombre todavía permea en la mayoría de las familias y llevan a cabo durante estos días sus costumbres.

Son las 10 de la mañana en Las Quebradas de Durango, el termómetro marca mínimo 38 grados centígrados y el sudor recorre los rostros de todos en el rancho, a esa hora en un día común ya se hubieran dado por lo menos un chapuzón en el arroyo, pero hoy es distinto e imposible porque es un Día Santo y las creencias advierten: al que se meta al agua le sale cola de pescado.

“Ni modo, había que respetar la tradición”, dice Sandra, habitante de la ciudad de Durango, pero que pasó su infancia en El Zapote, un ranchito del municipio de Pueblo Nuevo.

Y es que durante Semana Santa, la sangre de Cristo se representa con el agua, así era hace un par de décadas cuando las tradiciones se practicaban incluso sin importar la región donde se habitaba.

No obstante, aún es practicada esta costumbre, aunque en menor medida, reconoce Javier Guerrero, historiador de Durango.

Antes esta situación no resultaba de mayor conflicto porque el acceso al agua era complicado.

Pero las cosas han cambiado. Hasta hace unos años, las tradiciones establecían mantenerse en total asueto, no leer, no escuchar música, e incluso no bañarse durante la Semana Mayor.

La manera de vivir estos días varía de familia en familia, y se ha actualizado a la par de los años.

La religión católica muy arraigada de la época colonial implicaba una tradición rigurosa en cuanto a la celebración y comportamiento. Ello implicaba el luto, se trataba de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo; incluso estaba casi prohibido leer.

Fue hasta 1930 cuando apareció la radio y se agregó a la lista de lo prohibido, por ello las radiodifusoras se vieron en la necesidad de cambiar su programación y en días santos únicamente compartían con los radioescuchas música clásica.

“En horas clave transmitía música relacionada a la pasión de Cristo, e incluso algunos todavía lo hacen”, destaca el historiador.

Sobre el ayuno voluntario se sabe que apareció en 1980, a petición del Papa Juan Pablo II, quien se sumó a la serie de costumbres entre los feligreses.

Comer carne, es mal visto

Javier Guerrero cuenta que la comida de Cuaresma, no era más que lo acoplado ante los alimentos que había en la temporada, era el resultado del ciclo de vida de la cosecha que se levantaba aproximadamente en agosto.

Por ello, al llegar Semana Santa, entre marzo y abril, la gente hacía todo tipo de platillos pero siempre limitados a lo que se tenía, chile pasado, maíz deshidratado, semillas, camarón seco y pan duro, por ejemplo.

De las semillas resultaba un buen pipian, el maíz se convertía en chuales, el camarón seco en tortitas bañadas con una salsa hecha a base del chile pasado.

Y todavía la capirotada no falta sobre cada mesa mexicana en días santos, que fue el resultado del pan duro que permanecía por meses almacenado.

Actividades

El historiador asegura que los días claves son jueves, viernes, sábado y domingo, teniendo cada uno de ellos su por qué, y su manera de representación.

El jueves, se realiza la denominada “Visita a los 7 Templos”, al día siguiente la gente se reúne para ser partícipe del tradicional Viacrucis, lo que provoca que las iglesias se llenen incluso más del 100 por ciento.

En Durango, cada barrio lo representa de manera distinta, incluso se vuelve un atractivo turístico desde el punto de vista que acude gente de otros estados a ser partícipe de estos denominados también coloquios.

Viacrucis es precisamente un concepto que refleja el recorrido que realizó Jesús desde el momento en que fue capturado hasta su crucifixión y su posterior sepultura.

El término de éste se refiere a una expresión latina que puede traducirse como “camino a la cruz”.

El sábado de gloria, donde se hace memoria a la crucifixión y resurrección de Cristo, es considerado un día de asueto total, cuando más se expresaba el luto, y como los dos anteriores, este día también atrae a todos al templo.

Semana Santa en Durango

Actualmente, de acuerdo con Noé Soto, vocero de la Arquidiócesis, la conmemoración santa comienza desde el Domingo de Ramos, cuando se celebra la llegada de Jesús a Jerusalén, “que era donde se iba a celebrar la fiesta de la pascua” y la gente lo recibe con ramos, de ahí el nombre.

De manera especial, la Iglesia Católica tiene el triduo pascual: tres días de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

El jueves representa la Última Cena de Jesús, de despedida con los apóstoles y donde instituye la eucaristía.

Enseguida se dirige al huerto de los olivos, donde la guardia lo captura para ser juzgado toda la noche, de tal manera que el viernes es condenado a muerte y se procede a la crucifixión, lo que da paso al Viacrucis.

En conmemoración a la muerte, en Durango “este año el viacrucis se realiza desde el Arzobispado hasta llegar al Cerro del Calvario, normalmente la gente participa haciendo valla, pero organizamos para que se lleve a cabo el rezo”.

Para el padre Noé, el Viernes Santo es clave durante la temporada, todo el día hay actividad en el templo.

El sábado no se realiza nada hasta la noche, pues es parte del respeto a la sepultura de Jesús.

“Es el único día que en todo el mundo está prohibido celebrar misa, no hay ninguna misa hasta en la noche, una vez que cayó el sol, se celebra la Vigilia Pascual o el Fuego Nuevo, porque se utilizan velas y se anuncia la Resurrección”.

Algunos barrios de Durango conmemoran de manera más simbólica Semana Santa, lo cierto es que pese al cambio de costumbres, pocos olvidan la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.


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