Comida impresa en 3D cambiará la forma en que nos alimentamos

Imagínate un electrodoméstico que, al apretar un botón, convierte los ingredientes en polvo en alimentos que cumplen con los requisitos nutricionales individuales de cada miembro de la familia. Aunque parezca algo de ciencia ficción, una nueva investigación destinada a utilizar la impresión tridimensional para crear alimentos personalizados algún día podría hacer que esto sea una […]

25/04/2018

Imagínate un electrodoméstico que, al apretar un botón, convierte los ingredientes en polvo en alimentos que cumplen con los requisitos nutricionales individuales de cada miembro de la familia. Aunque parezca algo de ciencia ficción, una nueva investigación destinada a utilizar la impresión tridimensional para crear alimentos personalizados algún día podría hacer que esto sea una realidad.

El profesor Jin-Kyu Rhee, de ‘Ewha Womans University’ en Corea del Sur, discutirá su nueva investigación y el potencial de la tecnología de impresión 3-D para la producción de alimentos en la reunión anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular que se celebra durante la reunión de Biología Experimental 2018 que tiene lugar hasta el miércoles en San Diego, Estados Unidos.

“Creamos una plataforma que utiliza la impresión 3-D para crear microestructuras de alimentos que permiten que la textura de los alimentos y la absorción del cuerpo se personalicen a nivel personal”, dice Rhee. “Creemos que algún día la gente podría tener cartuchos que contengan versiones en polvo de varios ingredientes que se combinarían usando impresión tridimensional y se cocinarían de acuerdo con las necesidades o preferencias del usuario”.

La impresión tridimensional de alimentos funciona de forma muy parecida a la impresión tridimensional de otros materiales porque las capas de materia prima se depositan para formar un producto final. Además de ofrecer opciones personalizadas de alimentos, la capacidad de imprimir alimentos tridimensionales en el hogar o en una escala industrial podría reducir en gran medida el desperdicio de alimentos y el costo que implica el almacenamiento y el transporte. También podría ayudar a satisfacer las crecientes necesidades de alimentos de una población mundial en crecimiento.

Para el nuevo trabajo, los científicos utilizaron un prototipo de impresora 3-D para crear alimentos con microestructuras que replicaban las propiedades físicas y la textura a nanoescala que observaban en las muestras de alimentos reales. También demostraron que su plataforma y sus métodos optimizados pueden convertir los carbohidratos y las proteínas en alimentos con microestructuras que pueden ajustarse para controlar la textura de los alimentos y la forma en que el cuerpo absorbe los alimentos.

“Estamos en las primeras etapas, pero creemos que nuestra investigación moverá la impresión de alimentos 3-D al siguiente nivel”, señala Rhee. “Continuamos optimizando nuestra tecnología de impresión 3-D para crear materiales y productos alimenticios personalizados que exhiban tiempos de almacenamiento más largos y una funcionalidad mejorada en términos de absorción corporal”.

Excélsior


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