El sueño de Ramona se cumplió 100 años después

Puliendo gemas Hija de mineros, Ramona Sánchez de Revueltas eligió pulir otro tipo de gemas. Desde siempre su sueño fue que sus hijos se convirtieran en artistas prodigiosos; lo logró, al menos con cuatro de ellos. En alguna ocasión, Silvestre Revueltas, nacido en 1899 en Santiago Papasquiaro, narró que su primer encuentro con la música […]

13/10/2018

Puliendo gemas

Hija de mineros, Ramona Sánchez de Revueltas eligió pulir otro tipo de gemas. Desde siempre su sueño fue que sus hijos se convirtieran en artistas prodigiosos; lo logró, al menos con cuatro de ellos.

En alguna ocasión, Silvestre Revueltas, nacido en 1899 en Santiago Papasquiaro, narró que su primer encuentro con la música sucedió a los tres años cuando su madre lo llevó a la Plaza a escuchar la banda del pueblo. El suyo fue amor a primera vista.

María Revueltas, nacida en 1912 en Canatlán, contaba que parte de sus recuerdos de niñez tenían que ver con juegos alrededor del piano familiar, sin embargo, cumplidos los tres años todos y cada uno de los hermanos Revueltas estaban obligados a aprender a tocar. Casi como una religión familiar.

Finalmente, son cuatro de los 12 hermanos, los que lograron sobresalir en la escena artística. María Rosa Fiscal, intelectual duranguense, explica que los hermanos Silvestre, dedicados a la música, Fermín, pintor precursor del muralismo, Rosaura, quien se inició en la danza y José, un escritor rebelde, fueron reconocidos en el estado más que a nivel nacional.

Un Festival para todos

Danielo Hernández Vela, director del Festival explica que para la edición 2017 del Revueltas tuvieron apenas 26 días para organizarlo.

Desde entonces, uno de los cambios principales en la estructura del proyecto tenía que ver con una visión municipalista, es decir la intención de llegar al mayor número de comunidades posible.

Quizá sin pretenderlo, esta decisión coincide con el espíritu de los hermanos que prestan su apellido al Festival. Y es que estos, son recordados porque siempre disfrutaron el arte sin importar el escenario.

Al regresar de Estados Unidos, a donde fue enviado para completar su formación musical, Silvestre tuvo una presentación en el Auditorio de la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México, un rincón olvidado al que solo sus padres y sus hermanos acudieron a escucharlo tocar.

Este año, el Festival llegará a los 39 municipios, con seis mil artistas tanto internacionales como locales y nacionales, involucrados en la cartelera y con conciertos masivos que más que considerarse la espina dorsal del proyecto son vistos como un plus para la ciudadanía.

Este se hizo para honrar a los Revueltas, pero al mismo tiempo busca que los nuevos talentos tengan en principio herramientas para mejorar la calidad de sus creaciones y brindarles un escaparate para presentarlas.

De esta forma, el Festival Revueltas se ha convertido en un proyecto integral, no es solo un escenario artístico, también es una fábrica de sueños para los realizadores de todas las disciplinas.

Tal vez con esto haya más artistas y menos incomprendidos, como le sucedió en su momento a Silvestre, a quien no reconocían como un talento porque sus creaciones eran revolucionarias para la época o a José, quien fue incluso encarcelado por sus ideas asociadas a la izquierda.

Los Revueltas se han convertido en artistas de culto. Sus obras se interpretan, se observan y se leen en toda Latinoamérica, pero no siempre fue así. Hubo una época en la que el pueblo tenía otras preferencias.

Entonces, Silvestre solía interpretar su música al interior de una cantina, donde alimentaba su alcoholismo crónico mientras deleitaba a quien quisiera escucharlo.

Hoy también, el director del Revueltas reconoce que es todo un reto, no solo logístico sino de gustos, el llevar la cultura a los ciudadanos. Es por eso que los artistas han decidido adaptar sus repertorios para atrapar a los espectadores.

Algunas de las cinco compañías de Jazz que participan en este Festival, provenientes de San Luis Potosí, iniciaban el recital con una fusión norteña, seguían con una fusión de mariachi y después con una fusión de blues, lo que les permitió crear los públicos y ofrecer a los presentes una opción distinta.

Espacios llenos

La madre de los Revueltas, Ramona Sánchez, al final padecía por los problemas que enfrentaban sus hijos varones, nunca se explicó porque figuras destinadas a la grandeza convivían con el alcoholismo y el rechazo.

Sus expectativas sobre la suerte de sus hijos fueron siempre demasiado altas, pocos en la familia vieron el apellido Revueltas florecer, sin embargo hoy en Durango, el apellido se asocia con éxito cultural.

El Festival mientras tanto, busca seguir llenando espacios ahí donde los artistas se presenten y mantenerse como el escaparate más importante a nivel nacional, para este año al menos 500 mil espectadores sabrán de los hermanos Revueltas. Tal vez es cierto que solo las alegrías se comparten y el arte y la cultura están en el Revueltas.


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