En Durango la Iglesia Católica conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo, y lo hacen a través del Viacrucis viviente.

Cada parroquia lo hace a su manera.

En todos se recrea cada uno de los momentos en que Jesús recorre 14 estaciones hasta llegar al Monte Sión donde los romanos finalmente crucificaron al Hijo de Dios.

Según explican algunos de los actores, los ensayos para este día comienzan en el mes de enero. Desde entonces practican con todos los actores necesarios.

El Viacrucis del Templo de San Juan Bautista de Analco, así como el del templo de Los Ángeles representa uno de los más antiguos.

Y fue esta mañana cuando en el atrio del templo de orden franciscana, los voluntarios representaron a los personajes que hace más de mil 900 años observaron el castigo y crucifixión del Nazareno.

Los ciudadanos se reunieron para iniciar la procesión a pie con rumbo al bulevar Dolores del Río hasta calle Negrete, para regresar nuevamente al atrio del templo donde tuvo lugar el Juicio de Jesus ante los sumo sacerdotes y la sentencia de Poncio Pilatos.

Pero ese no fue el único Viacrucis que la mañana de este viernes se llevó a cabo en la ciudad, prácticamente es en todos los templos se recordó la Pasión de Cristo y el más grande es el que realiza el templo de San Agustín en coordinación con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC).

En esta escenificación la introducción tuvo lugar en los jardines de de San Agustín, en donde Poncio Pilato sentenció a Jesús y comenzó el recorrido. Fueron más de 50 actores de todas las edades los que participaron en la representación, entre soldados romanos, judíos, Cristo, María Magdalena, María Madre de Dios, San Juan, los 12 apóstoles, sacerdotes, Herodes, ladrones y monja.

Las estaciones fueron sucediendo por la calle de 20 de noviembre hasta el Calvario, los actores fueron acompañados por la Cofradea de los Morados, una tradición desde el siglo XVII que son por más de cincuenta personas ataviadas con túnicas moradas, la imagen de ‘Nuestro Padre Jesús Nazareno’ colgada de la espalda y un lazo alrededor de su cuello, eran los encargados de mantener una valla para todos los cientos de duranguenses que se dieron cita para revivir el paseo de Jesús hacia su crucificción.

El teatro del Calvario, fue el escenario donde se encontraban las tres cruces en donde el padre Sebastian, Parroco del Templo de San Agustín finalizó la narración de la representación y agradeció a todos los presentes por ser parte de esta tradición.