La falta de precipitaciones en la mayor parte de la geografía estatal ha disparado los gastos de manutención del ganado a los productores informó el dirigente en Durango de la Confederación Nacional Campesina, el diputado Carlos Matuk López de Nava.

Aunque la falta de lluvia no se ha convertido en una situación desesperada como sucedió en la sequía de 2010 existe preocupación en el campo duranguense sobre las implicaciones de un retraso en la temporada de lluvias.

En Durango el hato ganadero es de alrededor de un millón 200 mil cabezas de ganado, informó el dirigente, la mayoría de los cuales tuvieron que ser llevados a los corrales debido a que el transporte de agua hasta los agostaderos resultaba demasiado complicado.

Sin embargo el tenerlos en corrales, además del problema de falta de agua significa costear la alimentación a base de forraje y comprar los suplementos de vitaminas algo que “en ocasiones implica vender un número de animales para poder solventar lo que les permite continuar en la actividad que se viene desarrollando”.

En el caso de San Juan de Guadalupe y Simón Bolívar el Consejo Nacional Agrario (CNA) activó programas de subsidio para apoyar a productores ganaderos en el traslado de pipas de agua para hacer frente a la emergencia.

“Allá si está complicada la situación porque ya empiezan los mantos acuíferos a no tener esa disposición de agua, hay que llevarla”, y lo mismo sucede con la compra de suplementos que debe ser mediante subsidios para apoyar a los campesinos.

Recalcó que hasta la fecha no se ha tenido registro de la muerte de cabezas de ganado debido a la escasez de agua, sin embargo el panorama no será alentador en tanto no inicie la temporada de lluvias en el territorio duranguense, ya que si bien es cierto en la zona Sierra se han registrado algunos aguaceros en el resto de los municipios la caída de lluvia no ha sido considerable.