Organismos internacionales aseguran que en los últimos 30 años la participación de la mujer en el narcotráfico ha incrementado, y en Durango, desde hace tres años, las detenciones de mujeres por tal delito se mantiene entre el cinco y seis por ciento, del total de detenidos por esa causa.

En México viven 89.8 millones de personas mayores de 15 años, de ellas 47.1 millones son del sexo femenino y 42.6 son varones. Si bien el índice de comisión de delitos que las mujeres cometen apenas alcanza el cinco por ciento, este va en aumento.

En el caso del narcotráfico, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en su informe anual “Mujeres y Drogas” reporta que en los últimos 30 años el número de mujeres encarceladas por delitos relacionados al tráfico de narcóticos ha incrementado.

La publicación apunta que en las tres décadas pasadas, el porcentaje de mujeres detenidas en Estados Unidos por narcotráfico subió 800 por ciento, mientras que las detenciones de hombres fueron un 300 por ciento. Para Latinoamérica señala que “la población penitenciaria femenina casi se duplicó entre 2006 y 2011 y entre 60 y 80 por ciento de las reclusas han sido encarceladas por delitos de drogas”.

En Durango, durante los últimos tres años las detenciones de mujeres ligadas a actividades de narcomenudeo se ha mantenido estable entre el cinco y el seis por ciento.

El último trienio, según cifras de la Fiscalía General del Estado (FGE) se han detenido cinco mil 123 personas por el presunto delito de venta de drogas, 96 en lo que va de 2017 de los cuales 88 son hombres y solo ocho mujeres.

La mayoría de las detenidas por este delito tienen edades que oscilan entre los 18 y los 40 años, la edad productiva y muchas de las cuales también presentan dependencia a las sustancias que venden o trasladan.

Según el Diagnóstico de la Incidencia de los Delitos Cometidos por Mujeres del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres, existen factores que modulan la participación de las mujeres en conductas delictivas, entre ellos la diferencia de roles asumidos, los diferentes patrones de socialización, la agresividad de los hombres y las diferencias sexuales, al considerar que hay “delitos para hombres”.

Pero también hay casos en los que la presunta participación de las mujeres en los delitos está ligada al encubrimiento de la pareja o alguien cercano, en cuyos casos se hacen más graves las violaciones al debido proceso que como parte de una población reducida en las cárceles de México y Latinoamérica sufren las mujeres.