El secretario general de la sección 44, Lorenzo Salazar Lozano, manifestó que de mil 300 convocados a la evaluación, de la sección 44, al menos 500 no quieren ser evaluados. “La mayoría sí quiere evaluarse, aun cuando hay un sentimiento de temor y enojo contra el ejercicio”.

“El magisterio nunca ha tenido temor a la evaluación, es una práctica que es cotidiana para los maestros, en este momento histórico especifico sí hubo manejos que no fueron los correctos y que activaron una reacción negativa. Se falló en muchas cosas y se sigue fallando”, explicó.

Explicó que quienes sí cumplan con la evaluación tienen posibilidad de verse favorecidos en mejoras al salario.

Resaltó la importancia de ser evaluados de manera voluntaria, “que solo se evalué a quien desee, y que la evaluación se desvincule de la permanencia”.

Por ahora, el secretario del sindicato comentó que más que sentirse invitados a la mejora y a buscar un avance, se sienten amenazados, hostigados.