La directora de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED), Yadira Narváez, dio a conocer que es precisamente el mes de mayo, que acaba de culminar, el más duro en lo que respecta al agua potable y su dotación a la población.

En junio, dijo, que empiezan a regularizarse las lluvias, aminora el volumen y la demanda del agua. Por ahora, dijo, se tiene la demanda de agua en los municipios de Tlahualilo, sin olvidar la necesidad histórica en Cuencamé, y El Salto, Pueblo Nuevo, que aunque es una región de clima templado, tienen solo una fuente de abasto que es La Rosilla.

Abundó en que para atender las demandas, se han estado perforando fuentes de abastecimiento, y rehabilitando otras, en comunidades a lo largo de todo el estado, de los 39 municipios. “Esto nos ha permitido un estiaje mucho menos severo en la dotación de agua potable”.