Según informó la directora del DIF municipal, Salma Guzmán, durante 2017 se tuvo un registro menor en comparación al año anterior respecto a las cifras de embarazos adolescentes, donde se atendió a un total de 109 niñas-adolescentes embarazadas.

Indicó que la mayor incidencia de estos casos se da en menores de entre 15 y 19 años, con mayor prevalencia en niñas de 15 y 16.

Además, informó que llevan a cabo el programa “Brazos de vida”, donde se les proporciona atención psicológica primeramente, enseguida se les enseña un oficio, ya sea vitrales o belleza.

De manera diaria acuden a estas clases; la funcionaria detalló que incluso algunas de ellas han puesto en marcha un negocio basado en estos oficios.

A través de esta estrategia se les incita a no volver a incidir en un embarazo, al menos en corto plazo, sin embargo, declaró la funcionaria que sí hay una reincidencia entre las menores que luego regresan en la misma situación, en espera de otro bebé.