El secretario del trabajo, Israel Soto Peña, consideró que el aumento al salario es insuficiente, pero que sí representa un paso importante, pues en años anteriores se aumentaba entre dos o tres pesos, para el 2018 fue alrededor de 10 pesos.

Expuso que los inspectores laborales estarán pendientes que no haya ningún “vivo” que no quiera pagar lo que el nuevo ajuste contempla, alrededor de 103 pesos.

El aumento tiene que ser de manera gradual para poder recuperar el poder adquisitivo del salario que por muchos años se estancó, “de hace 30 años se venían haciendo ajustes mínimos incluso por debajo de la inflación”.

En 2020 tendría que ser un aumento más grande “para lograr que los trabajadores con el ingreso dejen de ser pobres, en algún momento de su vida laboral, dimos un buen paso”.