El esquema de evaluación de exámenes de control y confianza al que se somete a policías en México ha derivado, al menos en el estado de Durango, en incremento de burocracia policial más que en una verdadera depuración acusó el delegado del Consejo Nacional de Profesionales en Seguridad Pública, José Antonio Serrano González.

Explicó que es una constante que los policías evaluados que no pasan los exámenes de control y confianza que se aplican directamente desde el gobierno de la República en una política de depuración de las policías de todos los niveles que inició en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, sean transferidos a áreas administrativas.

En el caso concreto de la capital, con la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP) “estadísticamente nos dicen que tenemos como 41 policías, algo así, informes y entrevistas nos dicen que son como 700 y fracción, pero que realmente están en las calles no pasan de 300, todo los demás son administrativos”, destacó.

Esto significa que menos del 50 por ciento de los policías de la capital realizan labores de prevención, el resto está detrás de un escritorio y ello se ve reflejado en el incremento de delitos.

Además existen denuncias del interior de la Dirección de que existe un desorden palpable en la cadena de mando, causada precisamente por esta rotación de personal, ya que hay administrativos de dan ordenes y que siguen portando un arma.

A esto se suma el hecho de que los altos mandos y los mandos intermedios rara vez aceptan la capacitación interna y la rotación en estos niveles es mínima, a pesar de que en muchos casos no cuentan si quiera con un perfil en seguridad pública.