Arrancó el 2018 con nuevas obligaciones que presentar ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), se trata de la nueva factura electrónica denominada 3.3, misma que requiere de mayor información y control para quienes se ven implicados, tal es el caso de los empresarios, pues a decir de Alejandro de la Peña, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), esto representa una serie de candados.

Agregó que es un nuevo comprobante fiscal que exige nueva validación, por ejemplo; “en el momento que se realiza la factura, si no se captura bien el RFC se rechaza, hay que consultar un nuevo catalogo que trae más de 50 mil conceptos de los productos para ligarlos con finalidad que el SAT sepa exactamente qué es lo que estamos comprando o vendiendo”.

Alejandro de la Peña aseveró que además de generar un cambio en el asunto financiero y la demostración del recurso, esto viene a provocar gastos.

Primeramente en la compra de una nueva computadora que acepte el nuevo sistema de factura 3.3, pues no todas soportan el programa, o en su defecto contratar a un contador.

Asimismo, se debe asistir a cursos y diplomados para capacitaciones sobre este nuevo esquema, lo que “genera gasto extra mientras sabemos cómo está la compra de computadoras”.

Finalmente, manifestó que “tenemos que sujetarnos a las nuevas normas que se están generado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.