No hay patrón con nombre y apellido que proteja a repartidores de comida
Actividad tuvo un repunte en últimos meses al menos de un 14 por ciento: STyPS
Este fin de semana la muerte de un joven, de apenas 20 años de edad, dedicado a repartir comida en Durango, mientras realizaba su trabajo en alguna de las aplicaciones digitales, que ofertan este servicio, conmocionó a la ciudadanía.
El joven llamado Ernesto, murió luego de ser arrollado por una camioneta, mientras conducía su motocicleta a fin de entregar un pedido de comida.
El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Israel Soto Peña, ya había externado la condiciones laborales complicadas de quienes se dedican a esta actividad económica. Pues si bien les representó un salvavidas en el ámbito económico, debido al desempleo por a pandemia, no tienen un patrón con nombre y apellido que responda por ellos.
Aunado a que no tienen oficinas en el estado, y podría ser que tampoco en el país. Precisó -antes de sucedido este lamentable accidente- que esta actividad económica, sobre todo en el último año, mostró un repunte de al menos el 14 por ciento.
Sin embargo, el gran pendiente siempre ha sido que estas empresas de las plataformas digitales otorguen seguridad y mejores condiciones laborales a los repartidores de comida.