La directora del DIF Estatal, Rocío Manzano Chaidez, reconoció que en Durango se tiene alto grado de obesidad infantil, que da cuenta de un problema meramente educacional, pues aseguró que desde niños deben ser alimentados sanamente, “la instrucción es en la escuela, mientras que la educación en la familia”.

Explicó que como padres de familia se debe evitar de manera específica dar a los niños una golosina para callar berrinches o en símbolo de premiación.

Pidió agregar a los planes alimenticios granos –frijoles, lentejas- y verduras, puesto que en últimas fechas estos son poco utilizados.

Según las cifras registradas a través del Programa de Salud Integral, el 60 por ciento de los poco más de 140 mil pequeños atendidos tiene sobrepeso, mientras que el 10 por ciento presenta obesidad.

Refirió que se prefiere comprar comida chatarra que cocinar, debido al ahorro de tiempo que esto representa. Manzano Chaidez indicó que el estar por encima de un peso adecuado viene a desencadenar problemas vasculares, diabetes, hipertensión a corta edad.