A pesar de que esta Semana Santa fue diferente las demás debido a la emergencia sanitaria, las personas han podido retomar la convivencia en espiritualidad dentro de sus familias, mencionó el vocero de la Arquidiócesis de Durango, Noe Soto Valdez.

Ante el aislamiento social que se ha tenido que realizar para evitar contagios de Covid-19, la Semana Santa se celebra de distinta manera, sin embargo trajo consigo, el retomar esa convivencia entre familias.

Esta situación en la que se encuentra el estado, país y mundo entero, se podrán valorar y retomar valores religiosos que con el tiempo se fueron dejando de lado.

“Ha sido una Semana Santa diferente pero no por ello menos productiva, menos educadora para nuestras familias, porque a traído de vuelta la convivencia en espiritualidad dentro de la familia”, agregó Soto Valdez.

Explicó que al estar en confinamiento, los padres de familia son educandos de la fé y los valores de la religión.

En esta situación las familias han valorado la presencia de un sacerdote, el acercamiento a un templo y el sacramento de la eucaristía.

Al finalizar dijo que al finalizar esta emergencia sanitaria, la sociedad volverá a los templos con una ffé y esperanza mayor que la que se tenía.