Luego de las expectativas positivas que se tenían ante la reunión de representantes de Caminos y Puentes Federales (Capufe), Guardia Nacional y empresarios duranguenses, lamentablemente no fue lo que se esperaba, según voz de los líderes de la Iniciativa Privada (IP).

Recordar que dicha reunión era en busca de brindar solución a la inseguridad que se vive en la supercarretera Durango-Mazatlán, como fue el secuestro de una familia en semanas pasadas.

“Lamentablemente no fue lo que nosotros esperábamos, sí fueron muy atentos en recibirnos, escucharnos, en ver las inquietudes de cada uno de los asistentes, pero el único compromiso que tuvimos fue que Guardia Nacional iba a aumentar el número de rondines y el número de elementos para vigilar”, declaró Salvador Chávez Molina, presidente de la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi).

Pero, contrario a ello, dijo, el gran problema en la “súper” es que los accesos están abiertos, hay casetas alternas funcionando; y es que mientras las casetas bien establecidas tienen cámaras de vigilancia y toman fotografías de las placas, éstas alternas impiden el acceso controlado.

Y esto es parte de la seguridad de una ruta de cuota, un control en los usuarios, precisamente, comentó el líder empresarial.

“En teoría, con los accesos controlados no podrían estar circulando vehículos sin placas, y con gente armada, porque ahí se tendrían las evidencias, eso es parte de la seguridad”.

La solicitud era que presentaran las denuncias, pero acusó el presidente de la Canadevi, que como funcionarios están siendo omisos.