Asegura Sacheri que el Premio Alfaguara es una revolución
Ciudad de México.- Eduardo Sacheri, quien con su obra “La noche de la Usina” recibió el premio Alfaguara 2016, asegura que este reconocimiento es una revolución en la vida de un escritor, y en particular a él le da la oportunidad de darse a conocer entre lectores de diversas nacionalidades. En entrevista para el espacio […]
Ciudad de México.- Eduardo Sacheri, quien con su obra “La noche de la Usina” recibió el premio Alfaguara 2016, asegura que este reconocimiento es una revolución en la vida de un escritor, y en particular a él le da la oportunidad de darse a conocer entre lectores de diversas nacionalidades.
En entrevista para el espacio de Atanado cabos, el escritor señaló: “Uno viaja mucho, pero para mí es una gran oportunidad esa revolución; por ejemplo para mí el poder estar aquí platicando con ustedes, estar en la otra punta de América Latina y que ‘La noche de la Usina’ esté disponible y la oportunidad que lectores mexicanos que no conocen de mi existencia digan bueno, a ver leamos, creo que es una estupenda oportunidad”.
Relató que en esta obra, aborda la historia de “un padre y una hija adolescente; si bien la historia es ficticia, hay bastante de mi hija y de mí, y entonces es un libro que cuando alguien lo rescata, a mí me gusta mucho que eso pase.
Eduardo Sacheri comentó que en sus obras la melancolía se hace presente en sus personajes, “porque la nostalgia es como algo que hemos perdido y estamos buscando, o en todo caso, lo que tenemos son encuentros fugaces en esa enorme geografía, tal vez lo que hay en mi manera de ver el mundo es no solo una planicie de soledad geográfica, sino una planicie donde la soledad emocional también nos acecha y ahí vamos, y de vez en cuando sí encontramos gente y me gusta, en mis libros, cuando aparece esa gente, encontrarla a fondo y describirla, ponerla a hablar y reconocerla”.
Recordó que “La noche de la Usina” está vinculada con la crisis argentina de 2001, “y una de las imágenes más tristes para mí de esas crisis, no eran las imágenes más evidentes de gente golpeando las puertas de los bancos para que abrieran, ni siquiera las protestas, sino las filas de chicos jóvenes frente al consulado español y el italiano intentado tramitar su ciudadanía para irse, me parecía la imagen más evidente de la derrota para nuestro país. Finalmente la cosas se emparejó y no fueron tantos los que se fueron”.
“La noche de la Usina” sitúa a los personajes de un pueblo al que le va muy mal, donde todavía es un milagro que tengan la estación del tren y que, además están en el minuto antes y después de la gran catástrofe económica de Argentina, que es cuando la convertibilidad del peso frente al dólar un buen día se acaba y la gente que tenía en el banco sus ahorros ya no puede hacer uso de ellos.
En medio de este panorama, Eduardo Sacheri señala que los sentimientos “son los únicos antídotos con los que contamos frente a las soledades; los afectos y la amistad es precisamente ese afecto trascendente y profundo y que va más allá de la conveniencia inmediata”.
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