A pesar de que una de las vocaciones productivas de Durango es el campo, apenas el 30 por ciento de los ingenieros agrónomos tiene actualmente un empleo fijo, informó el presidente del Colegio de Agrónomos de Durango, Arturo Herrera Quiñonez.

“Si dependemos exclusivamente de que nos contraten las dependencias la capacidad para contratar es muy corta y si dependemos de que nos contraten los productores no existe la cultura de que ellos paguen los servicios técnicos”, apuntó.

La mayoría de los técnicos ofrece sus servicios a cambio de un porcentaje de la producción, es decir que si regularmente un productor obtiene un promedio de 10 toneladas por ciclo, el ingeniero Agrónomos empezará a recibir un porcentaje de ganancias desde la tonelada 11.

Sin embargo, ante el desempleo algunos técnicos han decidido rentar terrenos productivos y convertirse en productores a fin de crear un círculo virtuoso, es decir aplican sus conocimientos y al mismo tiempo generan una fuente de ingresos para ellos y para sus familias.

“En lugar de andar dando consejos vos a pregonar con el ejemplo, que es muy válido y ya lo están haciendo algunos compañeros, tienen uno o dos años que están produciendo tomate por su cuenta”, en otros casos los cultivos son alternativos, aunque no dejan de ser rentable, como el camote.

El Colegio de Ingenieros Agrónomos tiene alrededor de 100 miembros activos, el ingreso del 70 por ciento de ellos depende de la disponibilidad de los recursos y las contrataciones para aquellos programas que apoyan al campo y que dependen del gobierno estatal o el federal, reconoció.