Desde hace días en la Plaza de Armas de Durango se instaló un módulo donde un grupo de mujeres pide firmas a la ciudadanía para una despenalización del aborto.

Al respecto fue cuestionado el arzobispo, Faustino Armendáriz Jiménez, quien fue claro al señalar que este acto de abortar es un asesinato. “Nosotros seguimos considerando que el aborto es un asesinato”.

En este tiempo de pandemia hay gente vulnerable, y se ha tratado de brindarle protección, “uno de los vulnerables en el tema de la vida es niño que está en el vientre de su madre (…) no podemos asesinar a un niño. Si hay alguien que opta por la cultura de la muerte y agresividad a esos seres, a un pequeño que tiene vida y es una persona desde el momento de la concepción, es su conciencia”.

Asimismo, ante la insignia del movimiento a favor del aborto “abortar es un acto de amor”, refirió que es totalmente contradictorio.

Y es que lo tradujo a “matar es un acto de amor”, nadie estaría de acuerdo, “ofrecer la vida si es un acto de amor”.

Reiteró entonces que abortar es un asesinato.