El representante de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canaimpa), Benjamín Flores Gómez señaló que para 2017 el objetivo de los 12 agremiados a la Cámara es mantener la plantilla de mil 400 trabajadores ante la complejidad económica y el crecimiento de la informalidad.

La posibilidad de un nuevo ajuste en el precio de los combustibles, se prevé que sea del ocho por ciento, ha complicado el inicio de año para las empresas panificadoras en una época en la que las ventas eran históricamente mejores que el resto del año por el frío.

Además dijo, los empresarios del sector han tenido que hacer frente a un incremento de la informalidad “el director de Desarrollo Económico del municipio habla de un 53 por ciento, casi en todos los rubros de la economía informal, el 50 por ciento del pan de dulce que se consume en la ciudad de Durango proviene de la economía informal”.

La competencia desleal para los panaderos no solo se encuentra entre quienes venden pan de fuera de la economía formal sino también dentro de ella, es decir las grandes cadenas cuyos precio y ofertas no permiten ser competitivos a los negocios locales.

Esto ha obligado a los empresarios a plantearse como un objetivo el mantener la plantilla laboral, primero porque existe un compromiso con las mil 400 familias que emplean y luego porque no pueden asumir el impacto económico del despido y posterior contratación de personal.

En lo que va de este 2017 no se ha registrado el cierre de negocios agremiados en Canaimpa pero para lo que resta del año tampoco hay expectativas en torno a la expansión de negocios pese a que las utilidades son cada vez menores y durante el verano la venta de pan cae hasta un 40 por ciento.