El delegado de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Diodoro Ramírez, aseguró no tener nada que ver en la resolución tomada en las oficinas centrales donde la Comisión de Honor y Justicia llevó un juicio durante ocho meses y decidió expulsar a un grupo de afiliados.

Descartó ser juez y parte y solo una vez fue llamado como testigo de los hechos, pero nunca aportó más pruebas pues estas existen en video y documentos y su estancia en la delegación es derivada precisamente del conflicto que impidió que la elección se desarrollara con la calma y trasparencia necesaria.

La cámara no puede permitir que se violen sus principios y estatutos, porque después cualquier candidato que pierda una elección la “tronará” afectando el trabajo institucional, dijo.

Además, explicó que la Comisión de Honor y Justicia está integrada por los expresidentes de la Cámara y son quienes tomaron está decisión.

“No quiero perjudicar a nadie” el interés es que la Cmic tenga buena imagen y buenos resultados.

A mí me pusieron aquí, no tenía nada que ver en esto; me pusieron desafortunadamente consecuencia del problema que generó un grupo de personas, yo estaba muy agusto, tranquilo y estoy tratando de hacer mi trabajo lo mejor que puedo” La misión es volver a la calma y al equilibrio a la CMIC.