El regidor José Antonio Posada Sánchez denunció que la única forma de explicar el incremento de ladrilleras en la mancha urbana es bajo la complacencia del gobierno municipal y las dependencias involucradas.

Aseguró que si se tratase de cualquier otro tipo de negocio que opera de forma ilegal en la capital, de inmediato hubiese habido una movilización de dependencias para regularizar o clausurar el establecimiento.

Las ladrilleras, aunque son reflejo de la realidad laboral en el municipio, también son una fuente importante de contaminantes, por lo que debiera ser aplicado el reglamento sin distingos y sin pausas, afirmó.

No se trata dijo, de dejar sin una fuente de empleo a las familias que sobreviven de la quema de ladrillo, sino de crear fuentes de empleo u opciones que no signifique contaminar el aire que se respira en la capital.

Reconoció que ha habido denuncias de ciudadanos que alertan sobre el incremento de ladrilleras sobre todo “por Arroyo Seco y cargadito (sic) para el lado de Jardines de Cancún, San Carlos, esas colonias de la periferia”.

No se tiene registro dijo, de cual ha sido la tasa de incremento en la instalación de obradores en la mancha urbana pero lo que queda claro es la omisión del Ayuntamiento en la atención del problema.