El presidente de ALT Arquitectura, Ángel Luis Tendero acusó que en México el problema de la corrupción está ligado con la falta de valentía de los ciudadanos que no están dispuestos a afrontar las consecuencias de sus actos.

Es común en México que las personas que buscan cambiar la forma en que se hacen las cosas sean relegadas de la sociedad o de los círculos en los que se mueven, de ahí que la mayoría tengan miedo de enfrentarse a los actos de corrupción.

“Aquí si criticas a un político por ejemplo, al final todo mundo te termina bloqueando, yo vengo de Zacatecas y lo he vivido y con gente que conozco, que cuando no sigues la corriente, cuando no haces lo que todo el mundo se produce una especie de fenómeno orgánico de que la ciudad te empieza a bloquear, la gente a hablar mal de ti”.

En el ramo que representa, el arquitecto afirmó que es común como sucede en cualquier otro círculo, que entre profesionales desacreditar a los compañeros de carrera o incluso disminuir a niveles mínimos los honorarios con el fin de ser competitivos.

“En cualquier empresa la gente lo que intenta es boicotear, por no hablar de chingarle al que tienes al lado para ganar su puesto, los arquitectos hacen lo mismo, se pelean como fieras, como lobos para robarse los proyectos unos a otros”.

En su opinión, la corrupción se combate con educación, es decir desde los estudiantes menores y estableciendo reglas que se basen en un consultorio ético que aplique para todos los profesionales, dependiendo del ramo en el que se desarrollan, pero además estableciendo por ejemplo criterios de asignación de honorarios que promuevan la competencia pero que esta sea leal.