“Mi tocayo es un gran niño y estoy seguro que nada le impedirá alcanzar sus sueños”, afirmó Toño Ochoa al brindarle un hogar a Toñito y a su papá Marco Torres, quienes vivían en malas condiciones.

Porque un duranguense nunca deja solo a otro duranguense, el señor Marco Antonio Torres y su hijo Toñito, de seis años, recibieron las llaves de su nueva casa.

Ahora ya se podrán resguardar del frío y dormir tranquilos, porque además Toñito recibió una cama, apoyo alimentario y fue integrado al programa de becas municipales.

“Gracias a Toño Ochoa y al gobernador, porque un padre qué no haría por su hijo”, dijo el papá Marco Antonio.

Tras conocer su historia, Toño Ochoa y el gobernador Esteban Villegas les proporcionaron una vivienda en la colonia Pedro Ávila Nevárez; se sumaron regidores, funcionarios estatales y municipales para que Toñito tenga una vida digna y consiga alcanzar todos sus sueños.