Existe hipocresía ciudadana en el combate a la corrupción

En opinión del escritor Armando Regil Velasco en México hay cierto grado de hipocresía en lo que al combate a la corrupción se refiere, por parte de los mismos ciudadanos que la critican y señalan los pocos avances en la materia. “Hay que hacer un examen de conciencia porque muchas veces hay una gran hipocresía […]

24/08/2016

En opinión del escritor Armando Regil Velasco en México hay cierto grado de hipocresía en lo que al combate a la corrupción se refiere, por parte de los mismos ciudadanos que la critican y señalan los pocos avances en la materia.

1 Hipocritas

“Hay que hacer un examen de conciencia porque muchas veces hay una gran hipocresía de parte incluso de nosotros los ciudadanos, para que haya esa corrupción se necesitan de los dos lados. Si se han cometido muchos errores graves por parte del gobierno, de los tres niveles pero ahí también hay que ser honestos y ver dónde está la parte que me toca a mí”, advirtió.

Aseguró que en el caso de México una forma de hacer frente a las consecuencias que ya se dejan sentir debido a los altos índices de corrupción en el país es mediante la unión de la sociedad, algo que hasta el momento no se ha visto porque cada grupo busca resolver sus propias necesidades y no se piensa en conjunto.

“Mucho de eso que hoy nos duele haya afuera es un reflejo de nosotros y no solamente de lo que pensamos, lo que decimos, lo que hacemos, muchas veces de los que toleramos y lo que permitimos”, sentenció.

Es cierto que la corrupción es una cadena que en el país está formada por muchos eslabones, pero la forma de romper esa cadena es hacerlo desde el lugar de cada quien y generar cambios en lo cotidiano.

Sin embargo, una encuesta de la organización civil OpciónA señala que el 96 por ciento de los mexicanos cree que participa “poco o nada en actos de corrupción” y mientras el 35 por ciento relaciona al gobierno, en su conjunto, como corrupto y el 15 por ciento identifica a las corporaciones policiacas en este mismo sentido apenas el cuatro por ciento entiende que dar “mordidas” a la autoridad es corrupción.

Ante esta visión sesgada del problema, el escritor reconoció que no es fácil romper el ciclo vicioso, además dijo el hecho de que no haya una visión a futuro dificulta aún más el combate a la corrupción a nivel de calle.

“Piensas como estoy desfavorecido en este punto y como todos lo hacen entonces eso multiplicado por N número de veces genera el caos que hoy tenemos, pero hay que tener la convicción de decir no y punto, esto en algún momento me va a generar un beneficio mayor”.


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