El delegado de la Secretaría del Trabajo en el estado, Miguel Bermúdez Quiñones señaló que es una práctica común para algunas empresas aprovechar el desconocimiento de los jóvenes sobre sus derechos laborales para incurrir en malas prácticas.

“Las nuevas generaciones de jóvenes, de 10 años a la fecha tienen la idea de que el mundo del trabajo es cambiante, anteriormente un trabajador en un centro de trabajo tenía una estabilidad de mayor tiempo”, destacó.

El incremento del número de empleos que un joven lleva en su currículo ha derivado en abusos por parte de los patrones para con este sector laboral.

“Se han dado casos aquí en Durango de trabajadores de una cadena de restaurantes a nivel internacional, los cuales no percibían salario, los meseros únicamente estaban por las propinas y se les hacía muy normal a los jóvenes laborar en este sistema”, narró.

Otro ejemplo dijo es la discriminación que priva en algunas empresas en las que antes de analizar las capacidades y habilidades del solicitante le piden que se mida el uniforme, ya que un requisito indispensable para quedarse con el empleo y verse bien con la ropa de la empresa.

Otra mala práctica explicó se da cuando empresas internacionales contratan personal al que no reconocen como trabajadores y califican como socios, lo que permite en caso de despido otorgar una liquidación menor, que aseguran es un porcentaje de las acciones y no el pago de un derecho constitucionalmente establecido.

“Muchos de los jóvenes no están informados y creen que así es el mundo del trabajo”, reiteró y agregó que el perfil más común que buscan las empresas que incurren en malas prácticas laborales es el de jóvenes que buscan empleos temporales ya sea porque estudian o porque están en un receso de sus actividades escolares.

La Secretaría del Trabajo, a través de su personal de inspección revisa periódicamente los establecimientos en busca de irregularidades por lo que no es necesario que un trabajador presente una queja para que se actúe.

Sin embargo un señalamiento directo de un empleado de cualquier establecimiento permite actuar con mayor efectividad no solo para que se repare el daño al derecho del trabajador, sino también para que se erradique la mala praxis.