México no es corrupto por naturaleza: Kliksberg
Es falso que México sea un país en el que la corrupción forma parte del ADN de sus ciudadanos, sentenció el asesor de las Naciones Unidas (ONU) Bernardo Kliksberg, pero hay una correlación directa entre el grado de desigualdad de una sociedad y su nivel de corrupción. En primer lugar dijo, no hay en el […]
Es falso que México sea un país en el que la corrupción forma parte del ADN de sus ciudadanos, sentenció el asesor de las Naciones Unidas (ONU) Bernardo Kliksberg, pero hay una correlación directa entre el grado de desigualdad de una sociedad y su nivel de corrupción.
En primer lugar dijo, no hay en el mundo un solo organismo social libre de corrupción pero la diferencia en el combate en aquellas sociedades avanzadas como los países nórdicos es que la corrupción no solo se combate desde el punto de vista legal a través de leyes que castiguen los actos de corrupción.
En países como Finlandia o Noruega, la educación se enfoca en la ética aplicada y esto permite que los niños, jóvenes y posteriormente los ciudadanos tengan una visión de transparencia y anticorrupción prácticamente para cualquier situación.
En el caso de México dijo, el combate a la corrupción debe darse no solo desde el punto de vista legal “la corrupción también hay que combatirla desde el punto de vista de la cultura y la educación”.
En la medida que se construye, mediante la educación, una sociedad solidaria que no solo reconoce sino que le importa el que tiene al lado, se van rompiendo esquemas de corrupción en todos los niveles al tiempo que se fomenta la participación ciudadana.
Explicó que las sociedades más corruptas son aquellas en las que la desigualdad social es más marcada “Hay una investigación de Harvard sobre el tema de la corrupción donde analizan 100 países y muestran que hay una correlación importante entre corrupción y desigualdad”.
En una sociedad donde solo un grupo pequeño de personas tiene la influencia económica, política y social sobre el resto es más común que se desarrolle un régimen dictatorial presto a actos de corrupción, pero siempre es posible cambiar.

