Productores de frijol del municipio de Vicente Guerrero prefirieron venderle el frijol a los coyotes a esperar entrar en el esquema de comercialización que en Durango opera la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo a Mercados Agropecuarios (Aserca), que depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

El alcalde de aquel Ayuntamiento, Manuel Asunción Meráz Hernández explicó que para los campesinos en aquel municipio no tenía ningún sentido esperar a que se abriera el esquema de comercialización debido a que este no ofrece garantías de pago inmediato, algo que si ofrecen los particulares que se dedican a la compra de frijol.

“El esquema de comercialización no se abrió a tiempo, algo que favoreció, entre comillas, a los campesinos es que el precio del frijol de por si estuvo a bien precio y muchos prefirieron comercializarlo a través de otros agentes”, mejor conocidos como coyotes.

En promedio, los coyotes pagaron el kilo de frijol a 14 pesos y 14 pesos con 50 centavos, lo que permitía a los productores, hacer frente a los compromisos de manera inmediata, ya que muchos de ellos contratan créditos para realizar los trabajos de siembra.

Esperar el subsidio de Sagarpa hubiera significado ingresar el frijol a las bodegas, perder lo que cada acopiador determina como merma que puede llegar a 20 kilos por tonelada, esperar a que la Secretaría procese los documentos y esto puede tardar prácticamente hasta que inicia el nuevo ciclo de siembra.

A esto y a la incertidumbre sobre el monto del subsidio, que se planteó reducir de dos pesos a un peso con 50 centavos obedeció que “los campesinos decidieron que como estaba a buen precio lo iban a hacer de esa manera”, pese al llamado de las autoridades para que esperaran el apoyo del gobierno de la República.