Con la finalidad de que las remesas provenientes de Estados Unidos no solo apoyen a las familias de los migrantes en el día a día sino que ayuden a la generación de empleo y le signifiquen un ingreso extra la Federación Duranguense de Migrantes se ha dado a la tarea de promover la inversión a través de proyectos productivos financiados con dinero de estas remesas.

El secretario general de dicha Federación, Carlos Martínez Hernández informó que actualmente hay proyectos en los municipios de Durango, Tamazula, Canelas, Canatlán, Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí, Nombre de Dios y Pueblo Nuevo.

Los proyectos son variados y van desde un restaurant, una carnicería, una planta procesadora de derivados de pollo, talleres mecánicos, reconstrucción de bobinas, tractores e invernaderos, dependiendo de la región y la vocación productiva de esta.

El financiamiento se da a partes iguales entre los Comités de Paisanos, el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el gobierno del estado y los Ayuntamientos. El año pasado la inversión total para estos proyectos se estima en 120 millones de pesos.

En el caso de los proyectos que ya están en marcha, son las familias de los mismos inversores quienes se encargan de trabajar en ellos, lo que genera certidumbre para los migrantes y un ingreso para quienes sobreviven con las remesas.

El problema ahora es que Sedesol exige como un requisito, para igualar el monto de la inversión, que el Comité de inversión esté debidamente acreditado y muchos de los duranguenses que viven de manera ilegal en Estados Unidos no tienen siquiera una identificación, lo que ha frenado la integración de más proyectos.

Además, para este 2016 se estimaba que la bolsa de Sedesol para este programa sería de cinco millones de pesos, pero debido a los recortes serán solo dos los millones disponibles para la mezcla de recursos.