Sube el precio pero se agota la producción de frijol
El diputado local, Francisco Ibarra Jaques lamentó que sea hasta el cierre del esquema de comercialización, cuando las bodegas paguen 15 pesos con 50 centavos, más los dos pesos del incentivo porque la producción de este ciclo está prácticamente agotada. Desde el inicio del ciclo se puso de manifiesto que los productores decidieron no ingresar […]
El diputado local, Francisco Ibarra Jaques lamentó que sea hasta el cierre del esquema de comercialización, cuando las bodegas paguen 15 pesos con 50 centavos, más los dos pesos del incentivo porque la producción de este ciclo está prácticamente agotada.
Desde el inicio del ciclo se puso de manifiesto que los productores decidieron no ingresar el frijol en el esquema de comercialización lo que provocará que no se cumpla la meta de acopio y que los recursos asignados a Durango regresen a la Federación.
Para este ciclo se autorizó el acopio de 36 mil toneladas de frijol pero el precio base, que arrancó en 14 pesos y la poca certidumbre sobre el esquema de comercialización a cargo de la Agencia de Servicios para la Comercialización (Aserca) provocó que al cierre hayan ingresado en las bodegas apenas 14 mil toneladas.
“Se consiguieron 54 millones para incentivar, para completar las 36 mil toneladas con el uno cincuenta pero no ha sido posible porque apenas van 14 y si habrán de regresarse habremos de buscar que ese recurso no se vaya a otro rubro y siga incentivándose la producción”.
El también presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería en el Congreso del Estado destacó que a esta fecha las bodegas están pagando a los productores 15 pesos con 50 centavos por kilo de frijol, más el incentivo de dos pesos que se logró completar con los 72 millones que aportó el gobierno del estado.
El problema es que en Durango ya no hay frijol para ingresarlo al esquema porque la mayoría de los productores prefirieron venderlo a los llamados Coyotes, quienes pagaban 14 pesos pero sin trámites burocráticos para los campesinos.
Ahora el reto será lograr que el gobierno de la República, a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) permita que ese presupuesto sea reasignado a otro programa.


