Donación de órganos divide opiniones
La coincidencia es casi absoluta, un regalo nunca debe tomarse a la fuerza y la donación de órganos, ya sean propios o de un ser cercano es un acto de generosidad que no debe ser obligado por nada ni nadie. Apenas el 30 de marzo pasado el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) […]
La coincidencia es casi absoluta, un regalo nunca debe tomarse a la fuerza y la donación de órganos, ya sean propios o de un ser cercano es un acto de generosidad que no debe ser obligado por nada ni nadie.
Apenas el 30 de marzo pasado el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Mikel Arriola Peñalosa, ponía sobre la mesa la posibilidad de hacer donación de órganos por default, es decir que cada paciente que sea un donador potencial le sean extraídos los órganos, excepto a quienes cuya familia se oponga de manera expresa.
La propuesta se ha tomado con cautela y con más argumentos en contra que a favor por las implicaciones que una legislación en este sentido acarrearía.
Para el director de Juárez y Asociados, Medicina Legal, Antonio Juárez Navarro en la propuesta de Mikel Arriola hay una dosis de ignorancia sobre el tema porque se violaría primero el derecho de autodeterminación.
Primero, dijo “hay delitos que se llaman, por ejemplo, falta de respeto a los cadáveres y a los muertos, no se puede violentar el derecho de los deudos a decidir o del dueño de esos órganos”.
El presidente de la Comisión de Salud en el Congreso del estado, el diputado Octavio Carrete Carrete es otra voz en contra de la donación de órganos por default en México porque en su opinión como legislador, debe prevalecer el derecho de la familia a decidir sobre el destino del paciente para conservar el espíritu altruista de esta decisión que se convierte en un regalo para el receptor.
Según el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) existen en México 20 mil 95 personas en espera de un trasplante, 12 mil 138 de los cuales es de riñón, siete mil 465 de córnea, 414 de hígado y 54 de corazón.
El Centro refiere que en 2016 se han realizado 897 traspasos de córnea, 706 de riñón, 48 de hígado, 10 de corazón y solo uno de páncreas.
En Durango el Hospital General de Zona No 1 obtuvo su licencia para la procuración y trasplante de órganos desde hace tres años y en ese periodo ha realizado siete procuraciones multiorgánicas de las que sobresalen dos de corazón, tres de hígado, 14 de riñón y 60 de córnea, 12 de las cuales fueron trasplantadas a pacientes locales.
Es por ello que el delegado del IMSS en Durango, Víctor Roberto Infante González se dijo a favor de la donación de órganos por default ya que esto aseguró, abriría la posibilidad de vida a un mayor número de pacientes.
Es cierto, la coordinadora hospitalaria de donación en el IMSS, Cinthya Marcela Ibarra Aguirre explicó que el incremento de padecimientos crónico degenerativos en México han derivado en la necesidad cada vez mayor de órganos para trasplante.
Y los datos la respaldan ya que México pasó de 10 mil 670 pacientes en espera de un órgano en 2007 a los 20 mil 95 que actualmente están en la base de datos del Cenatra como candidatos receptores.
Sin embargo, en México la cultura de la donación no está arraigada entre las familias, quienes a decir de las autoridades de salud en el estado, debido a creencias religiosas prefieren en muchos de los casos declinar la donación de los órganos de un paciente que es candidato para la procuración.
No obstante, la postura de la Iglesia Católica, como una Institución ProVida es a favor de la donación de órganos, como lo explica el vocero de la Arquidiócesis, Víctor Manuel Solís Quiroga.
“Es importante que se vaya promoviendo una cultura sobre este tema como un acto no solamente altruista, sino como una autodonación de sí mismo en el afán de procurar vida para quienes tienen todavía una esperanza”, señaló.
La insistencia de escuchar tanto al paciente, si este se pronunció a favor o en contra de compartir sus órganos cuando estaba en pleno uso de sus facultades como a la familia en caso de alguna eventualidad viene de todos los frentes, pero actualmente la firma de una tarjeta de donación no es requisito suficiente.
Esto debido a que no tiene validez legal a menos que como explica Antonio Navarro de Juárez y Asociados, esté firmada por el interesado en donar sus órganos y al menos dos testigos que acrediten su decisión al respecto.
Carrete Carrete también se pronuncia por legislar respecto a estas tarjetas de donación antes que obligar a los familiares de un paciente con daños irreversibles a aceptar la procuración de los órganos de un ser querido sin el adecuado soporte emocional.
María de los Ángeles Lugo García y Rubén Torres Ochoa decidieron, luego de un accidente que le provocó muerte cerebral a su hija de 16 años, donó sus órganos para que cinco pacientes pediátricos tuvieran la oportunidad que a ella se le negó.
El padre, quien describe a su hija menor como una campeona llena de sueños y con muchas metas, relata que lo más difícil de tomar la decisión de donar sus órganos fue “aceptar que mi hija ya no estaba fue lo más difícil, el saber que ya no vas a ver su sonrisa”.
La idea de convertirse en donadores ya había sido un tema planteado por esta familia de cuatro integrantes, por ello cuando el accidente ocurre a la más pequeña la decisión se tomó por consenso y como una forma de cumplir su voluntad.
La familia Torres Lugo no se pronuncia a favor o en contra de la donación por default que propone el IMSS, el mensaje para quienes sufrirán el mismo proceso es que hablen con sus familias para conocer su opinión y así sea más fácil cumplir su última voluntad y regalar vida.