Gómez Palacio, Dgo.- La Diócesis de Gómez Palacio reanudará este próximo domingo las celebraciones eucarísticas presenciales con todas las precauciones y cuidados que se deben de tener ante la emergencia sanitaria, a fin de evitar que se eleven los contagios y para aprender a vivir con la pandemia.

Tras sostener una reunión con las autoridades municipales la mañana de este viernes, acordaron que el aforo a los templos será del 30 por ciento de la capacidad de cada uno, los fieles deberán portar cubrebocas, serán recibidos con la toma de temperatura, les entregarán gel antibacterial y se definirán al interior los espacios que se podrán ocupar para mantener la sana distancia.

Dentro del templo no se dará la paz y la comunión se otorgará en la mano izquierda de las personas para que con la derecha comulguen ante el ministro y de esta forma eviten tocar a los fieles.

Para inhibir las conglomeraciones en el caso de la catedral de Guadalupe, ofrecerán los domingos oficios religiosos en los siguientes horarios: 08:00 y 10:00 horas, así como de 12:00, 13:45 y 18:00 horas y a las 20:00 horas, con la finalidad de tener el tiempo necesario para sanitizar el templo. Entre semana solo realizarán una o dos misas.

Sobre los sacramentos como bautizos o bodas, empezarán poco a poco, y en caso de realizarse serán únicamente con la familia, sin la participación de invitados y en forma ordenada.

Mientras que el catecismo y reuniones masivas siguen suspendidas, pero buscarán las estrategias para trabajar en ellas.

Julio Carrillo Gaucín, vicario de la Diócesis de Gómez Palacio, informó lo anterior e hizo un llamado a la gente para que acepten estas medidas que son parte de la contingencia sanitaria que se vive por la pandemia.

Las 38 parroquias y seis capellanías que se ubican en los 11 municipios que comprenden la Diócesis en La Laguna de Durango, tienen hasta este sábado para concluir con la preparación y puedan contar con todos los instrumentos necesarios para aplicar el protocolo de sanidad.

El Obispo, Jorge Estrada Solórzano, fue muy claro al hacer el llamado a los párrocos que no estén listos con todas las medidas de salud para que no inicien con las celebraciones eucarísticas.

En cuanto a las fiestas patronales se suspende la del “Divino Niño”, que se celebra el 20 de julio, no habrá peregrinaciones, ni fiestas en grande, se debe entender que se vive una circunstancia histórica, expresó.

Finalmente, el vicario aseguró que con la apertura de las iglesias lo que se busca es dar un servicio a la gente que necesita a Dios y no el tema económico.

“Gracias a Dios subsistimos en estos más de tres meses”, acotó el también párroco de la catedral de Guadalupe.