Gómez Palacio, Dgo.- Para el obispo de la Diócesis de Gómez Palacio, José Fortunato Álvarez Valdez, la Ley de Seguridad Interior, surge como una necesidad para tratar de raíz la herida nacional que implica el problema de la violencia “que no ha disminuido, al contrario los índices más que nunca han sido más grandes al final de este sexenio”.

También consideró que si la ley se lee a detalle deja entrever la presunción de posibles excesos, ante la dificultad que estribaría su aplicación, tomando como base las tendencias y estadísticas violentas que vive el país.

Incluso, agregó, contiene algunos artículos que dan facultades al Presidente de la Republica, que por cierto hoy mismo (viernes) dijo que ya no iba a aplicar, en tanto la Suprema Corte de Justicia la de la Nación, define la constitucionalidad e inconstitucionalidad de los mismos.

La realidad, sostuvo monseñor es que “sigue habiendo asesinatos, violencia, feminicidios, esa lucha entre las bandas por las plazas que se están peleando, entonces ese es el objetivo y no puedes distraer cualquier ley del objetivo y espíritu con que se hace”.

Y no se puede, agregó, separar del problema original que es la violencia, es decir que con ley o sin ley, el problema sigue más vigente que nunca. “El tema es que vamos como mexicanos, que siga la violencia, que hará la sociedad, la iglesia, los congresos”, infirió.

Al final, sostuvo que, buena o mala, violatoria o no violatoria, se tiene que hacer siempre un análisis, partiendo del objetivo de la legislación que es resolver un problema lacerante que es la violencia aquí en México, concluyó.