Mapimí, Dgo.- Al menos el 70 por ciento de los cuatro mil habitantes del poblado Ceballos, perteneciente al municipio de Mapimí, resultaron afectados luego de la tromba registrada durante la noche del martes y madrugada del miércoles.

Además, también fueron afectadas alrededor de dos mil hectáreas de melón, situación que pone en riesgo el contrato que los productores mantienen con una cadena comercial transnacional.

A decir de los habitantes, el arroyo Buendía se desbordó, por lo que 35 personas que viven aledañas, debieron ser evacuadas y albergadas en las instalaciones del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

La tormenta de 58 milímetros de agua, inundó las calles debido a que el poblado de cuatro mil habitantes no tiene salida de desagüe ya que la comunidad se ubica en cuneta, por lo que el agua alcanzó por lo menos 50 centímetros de altura.

Ante la contingencia, personal de Obras Públicas, Policía Estatal y Municipal, iniciaron labores de apoyo a las familias afectadas, y pidieron acceder a los apoyos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), toda vez que en esta comunidad la mayoría de las viviendas son de adobe con piso de tierra.

Al respecto, la presidenta municipal de mencionada demarcación, Judith Marmolejo, realizó una supervisión a la zona afectada y dijo que solicitará la alerta de desastre ya que hasta el mediodía de este miércoles, el recuento de los daños es de cuatro viviendas colapsadas, ocho en riesgo de caer y al menos 100 casas inundadas con pérdidas materiales importantes.

Con el apoyo de maquinaria pesada y de elementos de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), realizan labores de rehabilitación de los bordos de contención pues buscan evitar una nueva inundación.

Por su parte, el subsecretario de Gobierno en La Laguna, Manuel Ramos Carrillo, indicó que la Unidad Estatal de Protección Civil, brindará el apoyo para quienes fueron afectados en la inundación.

Reconoció que el problema es grave ya que al interior de muchas viviendas se formaron “tuzeras” que absorben el agua creando gran humedad bajo las fincas, motivo por el que algunas se vinieron abajo y otras se encuentran en gran riesgo, por lo que personal especializado tendrá que evaluar y realizar peritajes de cada una, para establecer si son habitables o deberán ser derribadas.