Gómez Palacio, Dgo.- La tarde del sábado y portando mantas con la leyenda “Familia Natural”, miles de feligreses y sociedad en general, participaron en la caminata “Por la Vida y la Familia”, promovida por la Iglesia Católica, a fin de expresarse y ser escuchados.

El obispo de la Diócesis de Gómez Palacio, José Fortunato Álvarez Valdez, en entrevista, insistió que no están en contra de nadie, que solo expresan lo que piensan y que deben ser escuchados en esa propuesta del Papa Francisco de conocer la realidad y los desafíos actuales de la familia.

Consideró que los desafíos son, no ver a la familia como un problema, sino como una oportunidad para poder vivir en el amor, “la Iglesia siempre ha tratado de educar en el amor responsable y la familia que sigue siendo una institución válida y eso es lo que queremos compartir”, señaló.

Reiteró que el proyecto que la Iglesia propone, es la familia formada por varón y mujer y el fruto de ellos que son los hijos.

Sin embargo reconoció que no están ajenos a la realidad, que los ha rebasado, en una problemática fuerte, “ese cambio antropológico y cultural que está viviendo la humanidad, el cambio de paradigmas, la Iglesia también tiene que estar atenta a ese cambio en el cual se pretende arrancar el valor de la Familia”.

La caminata tanto de Lerdo, como de Gómez Palacio y otras comunidades aledañas que participaron confluyó en el estadio Rosa Laguna, donde el obispo emitió un mensaje de cosas positivas de la Familia.

Dijo, que no están en contra de nadie y mucho menos de ninguna persona que piense diferente a ellos, “al contrario, el Papa nos ha pedido que tratemos de tener puentes y que seamos una iglesia de puertas abiertas”, considerando que es válido manifestarse y presentar de manera pacífica su punto de vista.

Sobre la propuesta del Presidente, de los matrimonios igualitarios, el obispo, categórico afirmó que las cuestiones políticas le tocan a los laicos, que están comprometidos con eso, “esa es una cuestión que sigue su curso, la Iglesia tiene movimientos internos y un deber fundamental que es educar y hacer conciencia e iluminarnos para poder acompañar las realidades de la familia en este tiempo”, concluyó.