Gómez Palacio, Dgo.- El Gobierno del Estado calificó de impreciso y falso el documento denominado, “Finanzas Públicas en Durango”, que fue dado a conocer este martes por el Consejo Cívico de las Instituciones (CCI) de La Laguna, donde hace una serie de señalamientos en cuanto al manejo de las finanzas estatales.

“Es mentira que el Estado haya solicitado un préstamo y mucho más falsedad es que se haya utilizado en el pago de nóminas o gasto corriente”, afirmó el subsecretario general de Gobierno en la región, Manuel Ramos Carrillo.

Por el contrario, explicó, a mediados de 2017 se reestructuró la deuda pública bancaria a largo plazo, por seis mil 341 millones de pesos, con lo que mejoraron las condiciones crediticias.

Respecto a que se gasta siete veces más en nómina que en infraestructura, Ramos Carrillo, afirmó que también es imprecisó, y detalló que la administración estatal a partir de 2011, en la contabilidad de Finanzas (Gobierno Central), incorpora la nómina de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), por lo que la conclusión del incremento en nómina de 2010 a 2011 en 296 por ciento es incorrecta.

Además, dijo que los pagos de trabajadores de dicha secretaría, representa el 83.9 por ciento de la nómina total del Estado, en su gran mayoría es pagada con recurso federal.

Con la nueva Ley de Contabilidad Gubernamental, los registros de inversión cambiaron, gran parte de la inversión pública se registra como transferencias, por lo cual no existe punto de comparación con los ejercicios anteriores a 2010.

El funcionario estatal también rechazó que las cifras proporcionadas por el CCI, respecto al padrón vehicular no corresponden a la realidad, y aseguró que de acuerdo con el Convenio de Coordinación Fiscal, los estados tienen estrictamente prohibido dar de alta vehículos en nuestro padrón que no sean importados legalmente en el país.

En cuanto a la recaudación estatal y la dependencia fiscal de la federación, se afirma que la baja recaudación propia no es privativa de Durango y explicó que los estados dependen en un porcentaje promedio de un 93 por ciento de ingresos federales, a excepción del Distrito Federal.

Lo anterior es un reflejo de la voluntad del presente Gobierno estatal, por tratar de incrementar los ingresos propios.